Esta mañana el presidente Sebastián Piñera recurrió a la Corte Suprema en forma de apoyo al ministro de Salud, Enrique Paris, quien se negó a entregar correos de su cartera a la Fiscalía. Todo en el contexto de una querella por delitos de estas autoridades en la pandemia del covid-19
La querella por decesos y delitos del gobierno durante la pandemia de covid-19 sigue detenida. Esta mañana, el presidente Sebastián Piñera decidió sumarse a la negativa del ministro de Salud, Enrique Paris, con respecto a la entrega de correos electrónicos dentro de su cartera a la Fiscalía Centro Norte.
Específicamente, La Moneda entregó un documento que pide a la Corte Suprema rechazar la solicitud de la Fiscalía para acceder a emails y exige al Minsal no entregar estos documentos al Ministerio Público, pues consideran que la orden «carece de todo fundamento legal” y es «infundada».
Las excusas de Paris
El problema comenzó el pasado 30 de septiembre, cuando la Corte Suprema ordenó al ministro de Salud que enviara un documento – en un plazo máximo tres días- detallando por qué se negaban a entregar al Ministerio Público los mail del exministro Jaime Mañalich; su exjefa de gabinete, Itziar Linazasoro; y la subsecretaria de Salud, Paula Daza, y cómo esta información podría afectar los datos reservados de pacientes y poner en riesgo la seguridad nacional.
Como respuesta, Paris entregó -con aoyo del gobierno- un documento de 34 páginas en el que definía esta medida como «indiscriminada, imprecisa y de un alcance excesivo”, por el ministerio, y que no les exigía «un mínimo de, a lo menos, pertinencia respecto de los hechos que son objeto de la investigación”.
Por ejemplo, el ministro de salud explica que en los correos se habla de la adquisición de ventiladores, aparatos que se han convertido en un bien disputado a nivel mundial “en un contexto de una verdadera ‘guerra comercial y política’”. Una argumentación acompañada con cerca de 20 artículos de prensa que demuestran los riesgos de incautaciones de los aviones que trasladan los ventiladores.
Además, el ministro de Salud acusó al Ministerio Público y en particular el persecutor Marcelo Carrasco, de entorpecer el actuar de su cartera, y pidió que se desestime la solicitud de la fiscalía y que se realicen alegatos orales antes de resolver.
Los argumentos de Piñera y Mañalich
Por su parte, los abogados defensores de Piñera (Samuel Donoso) y de Mañalich (Gabriel Zaliasnik), si bien no defendieron directamente las razones de Paris para negar la entrega de los correos electrónicos, se refirieron durante el mismo lunes a la investigación por diseminación imprudente de gérmenes patógenos en medio de la pandemia.
Según los abogados, el juez “acoge una solicitud que esgrimió antecedentes insuficientes (…), pues no se realizó en la resolución impugnada el adecuado test de proporcionalidad exigido, ni tampoco dicha diligencia resulta necesaria para el éxito de la investigación”.
Además, cuestionan que el criterio del magistrado del tribunal de garantía haya sido «la mera ‘necesidad del ente persecutor de acreditar los hechos”, debido a que eso deja “entregado al arbitrio de cada fiscal, cuándo, cómo y dónde llevar adelante estas medidas”; y acusan al Ministerio Público de omitir declaraciones que controvertirían precisamente ese relato como, por ejemplo, la del jefe de Epidemiología del Minsal Rafael Araos.
Finalmente, la defensa aseguró que advirtieron al fiscal nacional, Jorge Abbott, de un supuesto “sesgo” en la investigación, “sin que éste adoptara las medidas pertinentes y necesarias que aseguraran el debido proceso». En ese sentido, dijeron que la medida intrusiva podía ser «una represalia del órgano persecutor”. Un punto que fue descartado por Abbott, quien lo mantuvo en la investigación.
Seguridad nacional
Finalmente, tanto el ministro de Salud como la defensa aseguran que “existen antecedentes cuya divulgación importaría infringir su debida reserva con afectación evidente de la seguridad nacional”. Asimismo, señalan que las autoridades “tienen conocimiento y decisión respecto del uso de todos los efectivos y recursos militares y policiales, lo que evidentemente, es materia de específica importancia para la defensa nacional”.
En esa línea, aseguran que la pandemia no ha terminando y que por esto es clave mantener “su resguardo de cara a las necesidades actuales y futuras, ante una enfermedad de características y evolución desconocida”.
Una serie de mentiras que solo nos hace preguntarnos, ahora más qué nunca, ¿por qué no quieren entregar los correos?