La jornada de protesta es considerada crítica por las autoridades y estará marcada por una serie de abusos policiales y detenciones injustificadas que ha realizado la institución durante las últimas semanas.
Faltan pocos días para el primer aniversario del 18 de octubre, o la revuelta popular, y el Ministerio del Interior y Carabineros ya están mostrando su miedo ante la jornada de manifestaciones que se esperan para ese día.
En total, se espera un despliegue cercano a 40 mil carabineros en todo el país, algo que podría repetirse para el plebiscito.
A esto se suman la serie de implementos represivos que ha comprado durante los últimos meses la Institución, como son los escudos de mayor tamaño, nuevos carros lanzaguas y una serie de químicos nuevos dentro de sus máquinas.
Además, dentro de la estrategia se contempla que los pacos capten registros audiovisuales de los manifestantes, y tengan un mayor despliegue de personal terrestre en lugar de guanacos y zorrillos.
Obiamente, según el Ministerio del interior, este plan de contingencia no tiene relación con el 18 de octubre, “sino que más bien ha sido un aprendizaje de nuevos métodos y tácticas que ha sido permanente“. No obstante, teniendo en cuenta la cantidad de detenciones y el nivel de violencia policial de las últimas semanas, es obvio que se trata de un plan completamente represivo contra las y los manifestantes.