La pandemia de coronavirus, que ha contaminado a más de cinco millones de personas en el mundo, avanza con una velocidad alarmante en América Latina, en particular en Brasil, donde se superaron los 20.000 muertos, pero también en países como Perú, Chile o Argentina.
El gigante suramericano registró 1.188 decesos en 24 horas, una cifra récord, según los datos del ministerio de Sanidad, que confirman la aceleración de la pandemia.
El país, con el 57% de los muertos en la región, es de lejos el país más afectado de América Latina. El gigante sudamericano además es el tercero en número de afectados, con 310.087 casos (18.508 más que el miércoles), por detrás de Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, la cifra de contagios podría ser hasta 15 veces mayor debido a la dificultad de tener estadísticas precisas por la falta de test, según analistas.
Brasil vive además días de fuerte confusión política, debido a las desavenencias entre la mayoría de los gobernadores, favorables a medidas de confinamiento, y el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que las critica debido a su impacto económico.
«Muere más gente de pavor que del hecho en sí. El pavor también mata, lleva al estrés, al cansancio, la persona no duerme bien, está siempre preocupada, [pensando] ‘si me agarra ese virus, voy a morir», declaró Bolsonaro el jueves.
Una reunión por videoconferencia entre el mandatario y los gobernadores pareció lograr, sin embargo, un acercamiento en sus posiciones.
«Brasil precisa estar unido. La existencia de una guerra, como se llegó a decir aquí, nos confronta a todos a una derrota», declaró el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, que dijo en estos días que el país enfrentaba al mismo tiempo al coronavirus y al «bolsonarovirus».
A diferencia de lo que ocurre en países como España o Italia, en Brasil el coronavirus mata a muchos más jóvenes. Solo el 69% de los fallecidos tienen más de 60 años mientras que en España e Italia el 95% de los decesos se registraron en personas mayores de esa edad.
El drama del coronavirus en América Latina
En toda América Latina han fallecido por coronavirus más de 34.000 personas y hay 617.000 contagios.
Ante la rápida progresión de la pandemia en la región, los presidentes de Perú, Colombia, Chile y Uruguay se reunieron en videoconferencia para tomar medidas frente a la crisis.
Además del coste en vidas, las repercusiones económicas de la pandemia serán enormes. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado el jueves estima que la pandemia generará 11,5 millones de desempleados en la región en 2020. Y la contracción de la economía será este año de 5,3%, la peor desde 1930.
En Perú, segundo país de la región en número de contagios y tercero en fallecidos, se registraron unos 110.000 casos y más de 3.100 decesos.
La mayoría de hospitales de Lima están al borde del colapso, indicó el jueves la oficina del defensor del pueblo, que supervisa el respeto de los derechos humanos.
En los establecimientos de salud «faltan equipos de bioseguridad para el personal, camas UCI [Unidad de Cuidados Intensivos], ventiladores mecánicos, oxígeno, pruebas de descarte, entre otros dispositivos e insumos», indicó la oficina.
Contagiados y deportados
En Chile, un país de 18 millones de habitantes con más de 57.000 casos, los fallecimientos aumentaron un 29% en las últimas 24 horas, hasta alcanzar 589.
«Se trata de una batalla descomunal de la cual nadie puede desmarcarse», dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Muchos habitantes rompieron en los últimos días el confinamiento para manifestarse y reclamar ayudas alimentarias. La epidemia disparó además el desempleo y el hambre en los barrios más pobres.
Argentina también registró un enorme aumento de casos. Cerca del 90% de las infecciones se encuentran en Buenos Aires y su periferia, en total unos 14 millones de habitantes. El balance de fallecidos en el país es de 416.
En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei recriminó a la administración de Donald Trump la deportación de migrantes contagiados.
«Entendemos que Estados Unidos quiere deportar gente, lo entendemos, pero lo que no entendemos es que nos manden los vuelos todos contaminados», aseguró.
En Haití, en la mayor cárcel de Puerto Príncipe, superpoblada e insalubre, hay presos que dieron positivo por coronavirus, indicó este jueves a la AFP el director del penal.
«Hemos librado una dura batalla para evitar eso, pero, desgraciadamente, ha pasado», dijo Charles Nazaire Noel.
Sin clientes en Italia
En Europa, países como Francia, Italia o España avanzan lentamente en la salida del confinamiento.
Tras dos meses de encierro, los italianos recuperan poco a poco la libertad. Pero, insatisfechos con la ayuda asignada e irritados por las directivas poco claras, muchos comerciantes se niegan a abrir sus tiendas en Italia pese al llamado del gobierno para reactivar el sector.
«Aún si tuviera abierto no trabajaría, porque no hay clientes, ni turistas. Los italianos en general tampoco quieren ir por ahora al restaurante», explica a la AFP Pietro Lepore, dueño del Bar Harry en el corazón de Roma.
En Rusia se registró su número más alto de muertos diarios, 150 en las últimas 24 horas, aunque la epidemia se mantiene estable en número de nuevos contagios. El país tiene ya más de 317.000 casos y 3.099 muertos, según cifras oficiales. Se estima que el PIB debería contraerse en 9,5% en el segundo trimestre, según las estimaciones publicadas el jueves.
China, donde apareció esta pandemia que ha dejado unos 330.000 muertos en todo el planeta, volvió a responder a las críticas de Estados Unidos que le acusa de haber tardado en reaccionar.
El primer ministro Li Keqiang declaró el viernes que su país obtuvo «un gran éxito estratégico» en su combate contra la enfermedad.
En su discurso de apertura de la sesión anual del parlamento, Li subrayó, protegido con una mascarilla, la «inmensa tarea» que queda por hacer frente a las consecuencias del virus para la economía china.
Por primera vez en su historia reciente, Pekín no fijó un objetivo de crecimiento para este año ya que es incapaz de calcular por ahora el impacto de la pandemia.
Fuente: El Mostrador