Sernapesca entregó las cifras oficiales de la contingencia ocurrida el pasado 27 junio en el centro de cultivo Caicura. Mortalidad presente en el fondo marino sería de 2.900 toneladas. Especialista llama a tener cuidado con el consumo de especies marinas extraídas de esta zona.

Este lunes 3 de agosto el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) entregó la cifra definitiva de peces escapados desde el centro Caicura, propiedad de Salmones Blumar, en la contingencia ocurrida el pasado 27 de junio en el Seno Reloncaví, comuna de Hualaihué, región de Los Lagos.

De acuerdo a lo informado por la autoridad, durante el episodio un total de 103.720 peces habrían escapado, correspondientes al 12% del total de salmónidos presentes en el centro (875.125).

En el reporte, se indica que el escape afectó a dos de las 18 jaulas del centro. Las 16 jaulas restantes, en tanto, se hundieron arrastrando consigo un total de 771.405 peces, equivalentes al 88% de los peces del centro. Por lo anterior, la mortalidad presente en el fondo marino se estima en 2.900 toneladas, dado que el peso promedio de los salmones al momento de la contingencia era de 3,8 kilos.

La Directora Nacional de la institución, Alicia Gallardo, informó que Sernapesca verificó, mediante inspecciones, la recaptura de 28 mil 276 peces, lo que corresponde a un 27,26% del total de peces escapados. Cabe señalar que conforme el artículo 118 quater de Ley General de Pesca y Acuicultura, el titular debe recapturar más del 10 % de los ejemplares escapados en un plazo de 30 días, contados desde el evento.

Para Alex Muñoz, director de National Geographic Pristine Seas para América Latina, el caso de escapes ocurrido en centro de cultivo Caicura es de suma gravedad, ya que los peces que no fueron recapturados probablemente depredarán a las especies nativas y competirán por alimento con ellas. A su vez, las casi 3.000 toneladas de peces muertos pudriéndose en el fondo del mar van a generar una gran contaminación en estas aguas lo que va a ser perjudicial para el ecosistema y potencialmente también para la salud humana.

“Esta es una gran cantidad de biomasa putrefacta que va a emitir gases y ácidos muy contaminantes. Además, hay que considerar que estos peces estaban siendo tratados con antibióticos, los cuales evidentemente van a ser dispersados en el ambiente” agrega Muñoz.

En este sentido el especialista llama a tener mucho cuidado con el consumo de especies marinas extraídas de esta zona mientras no se hagan las pruebas necesarias para descartar cualquier riesgo para la salud humana.

Fuente: El Desconcierto

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