El colectivo de artistas Delight Lab, conocido por proyectar palabras vinculadas a temas contingentes en el edificio Telefónica en el centro de Santiago, denunció este miércoles amenazas, amedrentamiento, hackeo y censura por su labor.
Se trata de un estudio lumínico audiovisual con más de 11 años de trayectoria que trabaja en el ámbito de la cultura y las artes, que ha trabajado temas como el asesinato de Camilo Catrillanca a manos de Carabineros, la contaminación del parque industrial de Puchuncaví y más recientemente el hambre en las poblaciones por la cesantía producto de la pandemia y el confinamiento.
«Nuestro trabajo responde a una profunda sensibilidad artística y humanitaria y, en particular, ante las crisis sociales y ambientales que ocurren en Chile y en el mundo, hemos querido expresar creativamente, de manera pacífica y silenciosa, una sensibilidad universal sólo utilizando la luz», señala una declaración del colectivo.
«No tenemos ninguna afiliación política, trabajamos autónomamente desde el arte y es desde nuestro rol de ciudadanos-artistas que hemos realizado una serie de intervenciones lumínicas, muchas de las cuales han sido ampliamente difundidas por los medios de comunicación y las redes, sobre todo las realizadas sobre la fachada del edificio de la Telefónica en los últimos meses», agregan.
Amenazas
A continuación, el colectivo integrado por Octavio Gana y Andrea Gana expuso que temen por su integridad física y solicitó «el apoyo de la comunidad cultural y de todos aquellos quienes comparten los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos».
El colectivo denunció que el pasado domingo 17 de mayo su cuenta de instagram (principal plataforma de difusión de su trabajo) fue hackeada, impidiendo su acceso. Posteriormente fue borrada, por lo cual tuvieron que crear una nueva cuenta.
El día lunes 18 el colectivo proyectó la palabra “Hambre”, «como un modo de promover la ayuda a personas que están sufriendo esta crisis en Chile».
«Ese mismo día, recibimos una serie de emails, mensajes personales, ataques e insultos a través de redes sociales e incluso cuentas privadas», señala la declaración. «Además, subieron fotos nuestras, que incluían nuestro rut, direcciones y otros datos privados».
Ambos fueron víctimas de insultos y groserías de grueso calibre. Les advirtieron que se «cuidaran» y que si seguían con su arte, sufrirían las consecuencias.
Ataques de diputado Schalper
El colectivo además calificó de «inaceptables» las palabras del abogado y diputado Diego Schalper, de Renovación Nacional, quien los trató de “miserables” y pidió que se investigara y persiguiera a quienes estaban detrás de las proyecciones lumínicas por supuestamente pertenecer a “ideología y agenda política, violencia incluida”.
«Estas declaraciones sí son violentas, no lo que hacemos nosotros, e incluso alguien podría interpretarlas como una incitación a las persecuciones y amedrentamientos que estamos sufriendo», alertó el colectivo.
Schalper, diputado por la Región de O’Higgins, se ha manifestado públicamente contra el plebiscito de una nueva Constitución. En 2017 además fue demandado por usar ilegalmente en su campaña política la imagen de Nabila Rifo, una víctima de violencia de género.
Intervención de Carabineros
El colectivo además denunció que el martes 19 de mayo, mientras realizan la proyección de la palabra “Humanidad” aparecieron unos focos blancos, «desde un camión especialmente habilitado y protegido por Carabineros, iluminando la zona de manera de hacer ilegibles los mensajes, en un inaceptable acto de censura y atentado a la libertad de expresión».
«Es evidente que esto obedece a una operación previamente concertada que pone en riesgo nuestra integridad física y vulnera nuestros derechos, por lo cual estamos interponiendo un recurso de protección. Además, por otro lado, reafirma el impacto social de lo que hemos hecho», señala la declaración.
«Como artistas, avalados por toda nuestra conocida trayectoria, lo que menos podemos pedir es que la autoridad cumpla con protegernos y lo que pacíficamente hacemos, sancione a los responsables y aclare estos hechos a la brevedad. Nuestra acción de arte, lejos de ser un delito, ha sido visto por la mayoría de la gente -eso está consignado en la prensa- como un acto humanitario y sensible del duro momento que vivimos», concluye.
Fuente: El Mostrador