Por Capucha Informativa
Este 7 de septiembre, se cumplieron tres años del femicidio de la joven penquista Isidora González, más conocida como “Dorito”. Quien luego de desaparecer un mes fue encontrada muerta y con sus extremidades cercenadas en el sector de Huenchún, en Melipilla.
Marchas, protestas y manifestaciones han sido parte de la lucha incansable que han dado sus familiares y amigos para poder obtener justicia para Isidora, cuyo caso se encuentra cerrado actualmente.
El juicio por la muerte de la joven ocurrió entre septiembre y octubre del 2018, donde se condenó a cadena perpetua al femicida. Durante el juicio, la defensa constantemente argumentó que la joven no mantenía un domicilio fijo, que había tenido varias parejas en el último tiempo y que la relación entre ella y el victimario era muy superficial. Sin embargo, una publicación y conversación de Facebook, declaraciones de testigos y la presencia de algunas pertenencias de la joven en la pieza que pagaba el asesino Atenas, permitieron establecer el vínculo y convertir el caso legalmente en un femicidio.
Sin embargo, dos meses después la Corte Suprema rebajó la condena a un homicidio simple, luego de que el el acusado usara la excusa de no vivir con la víctima como alegato para cambiar la tipificación. Casos de este tipo, en que las partes querellantes deben buscar exhaustivamente pruebas que den cuenta de una relación sentimental y de convivencia para poder garantizar que se juzgue por este delito se repiten constantemente en la justicia chilena, pese a tener todas las pruebas en innumerables casos.
El día 12 de diciembre del 2018 se cerró el caso y la Corte Suprema estimó definitivamente que se trataba de un homicidio simple. Nunca le avisaron a la familia de Isidora que el caso estaba cerrado y quedaron con las manos atadas sin posibilidad de actuar.
“Es una vergüenza que nos hayan cerrado el caso, es todo muy confuso y doloroso hasta el día de hoy, primero que le den una condena acorde a los hechos y sucesos graves del asesinato femicida; y después con una rebaja de condena: me refiero de femicidio perpetuo calificado a homicidio simple. Es una burla para Isidora, para la familia y las personas que han seguido el caso. Ya que lo que paso con mi hija es horroroso, doloroso y cruel”, señaló Karem.
Una vez más la justicia no está del lado de las mujeres y pone en evidencia el sistema patriarcal que rige en el país, donde los femicidios y maltratos quedan impunes en reiteradas ocasiones.