Este 2020 se han registrado varias alertas ambientales en Quintero y Puchuncaví, definida como «zona de sacrificio ambiental» por contaminación industrial. Organizaciones locales emplazan a autoridades a aplicar planes de descontaminación efectiva para disminuir el riesgo que presenta la población expuesta hace décadas y afectaciones crónicas cardiorespiratorias que la pueden volver más vulnerable a la pandemia COVID-19. La ONG Defensoría Ambiental recurrirá a la Corte de Apelaciones de Valparaíso para resguardar el derecho de la población a vivir en un ambiente libre de contaminación.

En Quintero y Puchuncaví, la población ha estado históricamente afectada por la contaminación hace varias décadas. En 2018 intoxicaciones masivas generaron con protestas que demandaron el cierre de las industrias más contaminantes. Tras eso han vuelto a sufrir varios episodios de aumento de la concentraciones de contaminantes atmosféricos, como el material particulado o el dióxido de azufre.

Este miércoles, a través de un comunicado público, la Mesa Social de Quintero explicó que «pese a la incansable denuncia de parte de las organizaciones sociales y de la comunidad de Quintero y Puchuncaví frente a esta realidad, las empresas del cordón industrial impunemente nos siguen envenenando, presentadose casi a diario la activación de protocolos por Gestión de Episodios Críticos (GEC), o alertas ambientales por peak de SO2, agravadas por emanaciones de hidrocarburos volátiles sin normar»

En este contexto desde la Mesa Social emplazaron «a las autoridades de todo nivel a tomar acciones de forma inmediata frente a la vulneración de nuestros Derechos Humanos, es claro que el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) presentado por el Ministerio de Medio Ambiente no ha sido suficiente en lo más mínimo para revertir lo que sucede en nuestras comunas, los constantes protocolos GEC, las 7 alertas ambientales de este año, y una nueva intoxicación de más de 40 personas en Puchuncaví el 20 de agosto de 2019, dan muestra de aquello»

Además emplazaron a la Municipalidad de Quintero «a pronunciarse y actuar por la defensa de los intereses de la comunidad de una vez por todas, dejando de actuar de forma pasiva, emplazamos a las autoridades de Gobierno a dar cumplimiento del fallo de la Corte Suprema que establece medidas a corto, mediano y largo plazo para dar soluciones reales a la crisis socio ambiental y de salud que estamos viviendo hace décadas, así como también reponer la norma de arsénico, normar los hidrocarburos volátiles y regirnos por estándares que realmente cuiden la vida de las personas, sin omitir poner mano dura a las empresas que nos envenenan y cerrar las termoeléctricas obsoletas de AES Gener»

Contaminación atmosférica y aumento del riesgo de infección COVID-19

Los factores que pueden incrementar el riesgo de muerte por este nuevo coronavirus son las enfermedades preexistentes como la hipertensión o diabetes, cáncer o enfermedades respiratorias crónicas. Junto a estas, también se encuentran en riesgo las personas quienes viven en zonas expuestas por largos periodos a la contaminación del aire.

En su comunicado, la Mesa Social Quintero constató que en la intercomuna cuentan con «291 contagiados por COVID-19 en Quintero, y 107 en Puchuncaví»

Recientes investigaciones han proporcionado más evidencia de que las personas que viven en esa área con altos niveles de contaminantes son más propensas a desarrollar condiciones respiratorias crónicas. Además la contaminación las vuelve más vulnerables la proliferación de cualquier agente infeccioso.

Hasta ahora se tiene certeza de que una prolongada exposición a la contaminación del aire lleva a una estimulación inflamatoria crónica, incluso en personas jóvenes y saludables.

Estudios previos han hallado que la contaminación del aire es un factor de riesgo para infecciones respiratorias por el transporte de microorganismos y la afectación a la inmunidad del organismo.

Un estudio reciente evaluó la asociación ente exposición a corto plazo a la contaminación del aire y la infección COVID-19 en China. El estudio sugiere que hay una relación estadística significativa entre la contaminación del aire y la infección COVID-19. Exposición a corto plazo a altas concentraciones de PM 2.5 , PM 10 , CO, NO2 y O3 son asociadas con un incremento en el riesgo de infección por este nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

Un equipo de la Universidad de Harvard investigó si la exposición a largo plazo al material particulado fino (MP 2,5) incrementa el riesgo de muerte por la enfermedad COVID-19 en Estados Unidos. Sus resultados arrojaron que tan solo un incremento de 1 μg/m 3 de material particulado en el aire está asociado con un 15% de aumento en la tasa de mortalidad por COVID-19.

Desde la ONG Defensa Ambiental explicaron que en poco más de un año se han generado «313 GEC (Gestión de Episodios Críticos), 9 alertas ambientales, 3 preemergencias y 1 emergencia ambiental» Por lo tanto, este lunes 20 de julio presentará una acción legal para exigir el cumplimiento efectivo de las medidas impuestas por la Corte Suprema el 28 de mayo de 2019, donde distintas reparticiones del Estado fueron condenadas tras las intoxicaciones masivas de agosto y septiembre de 2018. Además apuntaron a la deficiente calidad de monitoreo del aire de las plataformas administradas por Codelco y AES Gener.

«No podemos concebir estar viviendo una pandemia mundial que afecta las vías respiratorias y a su vez sufrir de constantes alertas ambientales por SO2 que nos pueden llevar a vivir una catástrofe de proporciones para nuestra salud» concluyeron en la Mesa Social de Quintero en su comunicado.

Fuente: Resumen

Compartir: