Hace años que organizaciones socioambientales del Gran Concepción vienen alertando sobre los impactos negativos de la instalación de terminales marítimos tipo isla GNL para combustibles fósiles de gas licuado en la Bahía de Concepción. Dos han sido los proyectos hasta ahora ingresados a evaluación ambiental «GNL Penco-Lirquen» y «GNL Talcahuano». Ahora se agrega un nuevo proyecto llamado «GNL Zona Sur» el cual pretende instalarse en la Bahía de San Vicente conectando con instalaciones de Huachipato, comuna de Talcahuano. Sumando un total de 3 proyectos GNL en el Gran Concepción.
Durante el mes de febrero de 2020 fue ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) de la Región del Bio Bio, el proyecto llamado «GNL Zona Sur». La iniciativa consiste en la construcción y operación de infraestructura para la regasificación de gas natural licuado (GNL) en Talcahuano.
El nuevo proyecto de GNL sería el segundo en presentarse en la comuna de Talcahuano, y el tercero en el Gran Concepción. Según Diario Financiero «GNL Zona Sur» es un proyecto que contempla una inversión de 104 millones de dólares y busca generar una infraestructura para recepcionar y redistribuir el combustible fósil en la zona.
La iniciativa surge de la asociación del grupo CAP (Compañía Acerera del Pacifico) y la empresa energética ENEL, altamente cuestionada por mantener proyectos de alto impacto socioambiental, como las termoeléctricas Bocamina I y II en Coronel, las cuales funcionan a carbón y constituyen una de las formas más contaminantes de generar energía eléctrica. Las empresas declararon en la prensa que buscan tener operativo el proyecto en el año 2023.
«GNL Zona Sur» fue ingresado mediante una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), un proceso no exige estudios de impacto ambiental, ni participación ciudadana. Por esta razón es que la ONG Defensa Ambiental, en conjunto con la organización socioambiental Coordinadora Chorera acudieron durante el mes de marzo de 2020 al Servicio de Evaluación Ambiental del Biobío para solicitar una «participación ciudadana». En dicha ocasión las organizaciones manifestaron públicamente que el proceso actual «deja a las poblaciones afectadas sin información y vulnerables a los peligros que implican estos proyectos de gran envergadura para los ecosistemas y principalmente la salud de quienes habitamos Talcahuano».
En conversación con Resumen el abogado de la ONG Defensa Ambiental Francisco Astorga explicó que tras la solicitud se concedió la Participación Ciudadana, pero debido a la crisis sanitaria fue cancelada. Como política nacional el SEA ha ido periódicamente renovando la suspensión de la Participación Ciudadana producto de la pandemia. De esta manera hasta al menos el 16 de julio estaría detenido este proceso para este proyecto en Talcahuano, siendo lo más probable que se extienda para un tiempo posterior al mes de julio por la contingencia.
La Bahía de San Vicente es un ambiente muy intervenido por industria metalmecánica y siderúrgica, portuaria y pesquera industrial con diversos impactos como contaminación marina, contaminación atmosférica, ruidos y apropiación de este espacio costero. Dentro de los argumentos de las organizaciones socioambientales para oponerse a este tipo de proyectos, está la relación entre su instalación e impactos aún mayores que podrían generarse en la bahía, además de que favorecería el negocio energético de los combustibles fósiles (gas natural) con sus consecuencias ambientales en sus lugares de extracción y el impacto en el clima.
Fuente: Resumen