Un estudio abordó aspectos ecológicos y económicos para la prevención de enfermedades virales que pasan de animales a humanos. La investigación apuntó a la necesidad de establecer medidas urgentes para evitar los enormes costes de una nueva pandemia como la COVID-19. Algunas de estas medidas son: reducir la deforestación y la pérdida de biodiversidad (especialmente en regiones tropicales); regular los criaderos agroindustriales de aves y cerdos; y detener el comercio de especies exóticas, en conjunto con fuertes programas de vigilancia y prevención de enfermedades.

Los virus zoonóticos (de origen animal) infectan a las personas directamente más frecuentemente en contacto con primates, murciélagos o su carne, o indirectamente desde animales de granjas tales como pollos y cerdos donde viven condiciones de hacinamiento e inmunosupresión. Esto debido al incremento en las asociaciones entre humanos y los reservorios de enfermedades de la vida silvestre que aceleran el potencial de los virus para expandirse globalmente.

El estudio fue publicado en la revista Science y se encuentra disponible para su descarga gratuita

En este último siglo, 2 nuevos virus cada año han saltado desde sus huéspedes animales a seres humanos. Algunos de estos son: El MERS de 2012el SARS de 2003, y la gripe porcina H1N1 de 2009, el VIH en la década de 1980 y ahora el SARS-CoV-2 en 2019. En este escenario, los riesgos serán cada vez mayores en el futuro.

La investigación determinó los costos de monitorear y prevenir la propagación de enfermedades derivadas de la pérdida y fragmentación sin precedentes los bosques tropicales y el auge de comercio silvestre. Ambas causas que incrementan el contacto entre especies, generando un riesgo de contagio viral.

El estudio apunta a que actualmente se invierte relativamente demasiado poco en la prevención de la deforestación y en la regulación del comercio silvestre, aún cuando existe evidencia que demuestra el alto retorno de las inversiones si se realizan acciones para la limitación de las enfermedades transmitidas por animales.

Los análisis sugirieron que los costos asociados a esfuerzos preventivos ante pandemias que podrían ser sustantivamente menores en términos económicos de de mortalidad en respuesta a estos patógenos una vez que emergen.

El estudio propone las siguientes medidas:

– Reducir la deforestación

Esto es especialmente crítico en las regiones tropical regular que albergan la mayor biodiversidad, y además, son reservorios de carbono y generan servicios ecosistémicos fundamentales para la estabilidad de la biosfera.

– Restringir la industria de especies exóticas

El estudio señala que «las regulaciones deben mantener a primates, murciélagos, pangolinas, civetas y roedores fuera de los mercados»

– Invertir en mecanismos de detección de temprana y control de enfermedades

Programas de detección y de control cuyo objetivo sean las etapas tempranas de un brote epidémico resulta en una considerable reducción en la morbilidad y mortalidad

– Regular la agroindustria de criaderos animales

Los criaderos de carne son fuentes de enfermedades infecciosas y focos bien conocidos de pandemias. Algunos de estos son: virus Nipah (murcielago de la fruta, cerdo, humano); el virus de la influenza H5N1 (ave-cerdo-humano); el coronavirus del síndrome de la diarrea aguda porcina (murciélago-cerdo), entre otros.

Prevenir pandemias: un enorme e inestimable ahorro en costes

El estudio señala que el mundo podría perder al menos 5 trillones de dólares en Producto Interno Bruto este 2020 por la pandemia de COVID-19. Costos que excluyen la mortalidad por la pandemia y por otras causas asociadas a la alteración de los sistemas médicos en todo el mundo.

El estudio señala que deben haber acciones destinadas a ayudar a prevenir futuras pandemias zoonóticas antes de que comiencen. La investigación indica que el solo hecho de monitorear podría reducir costos sustanciales incluso si el contexto es mucho menos severo que la COVID-19.

El grueso de los costos que podrían reducirse de establecer medidas de control de pandemias fue estimado entre 22 a 31 billones dólares por año. Además, indicaron que  solamente el hecho de reducir la deforestación tiene un beneficio adicional de cerca de 4 mil millones de dólares por año en beneficios por la reducción de emisiones invernadero.

Vea el estudio aquí

Fuente: Resumen.cl

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