Por Jaime Yovanovic (Profesor J)
En Chile hay dos tipos de experiencias de lucha social: las de protestar y las de construir, que a veces se juntan, otras se oponen y en otras marchan por separado. Las luchas de protesta y de construcción se juntaron y chocaron durante el gobierno popular de Salvador Allende.
1.-Una vez que la burocracia de izquierda estaba arriba, las protestas fueron tomadas por la derecha golpista, mientras el pueblo se dividía en dos: los partidos burocráticos llamaban a la gente a marchar en apoyo a las medidas de gobierno, mientras importantes sectores del pueblo pensaban que no bastaba apoyar al gobierno y que era necesario avanzar desde abajo construyendo otra reforma agraria y ligarla a la economía urbana apoyando con alimentos a los miles de pobladores que formaban campamentos sin casa. Eso funcionó bastante bien y crecían los consejos comunales campesinos que mandaban caravanas de alimentos a los almacenes populares que nutrían no sólo a los campamentos, sino también a los consejos y comandos comunales de trabajadores que integraban a los cordones industriales con los campamentos. Los partidos de la Unidad Popular que después del golpe se aliaron a los golpistas de la democracia cristiana, incitaron al gobierno a reprimir las actividades de la reforma agraria llevada adelante por los consejos campesinos y de la economía popular que unía a los campesinos con los trabajadores y los pobres urbanos. Para ganar a los milicos y evitar el golpe entregando la oreja, los burócratas decidieron incorporar a las fuerzas armadas al gobierno popular, con lo que aumentaba el poder de fuego del estado contra los sectores más organizados, O sea, la burocracia partidaria en entregó el gobierno en bandeja a los golpistas.
2.-Durante la dictadura la resistencia convocada por los partidos –ver las tapas de las revistas Apsi, Mensaje y otras de la época- llamaba a encender velas, pero el pueblo respondía levantando barricadas incendiarias y construían una nueva sociabilidad con las ollas comunes y otras iniciativas que todos tiraron al tacho cuando les abren las puertas de las elecciones y los partidos corren a situarse, arreglarse la estampa y sacar las culebras para vender sus pomadas instalando un gobierno que nos dejó peor aún (y eso quieren hacer nuevamente esperando que pase la pandemia) para salir otra vez con la misma canción culpando a la constitución de Pinochet y jurando que van a hacer ahora otra muuucho más mejor, ya que ellos, los lindos, estarán a la cabeza junto a los jóvenes universitarios bien bañaditos, perfumados y vestidos a la moda para dirigirnos a nosotros, los sucios, los cochinos, que no podemos hacer nada sin ellos a la cabeza como vanguardia burocrática del pueblo.
3.-Durante el gobierno de los aparatos civiles llamados partidos políticos surgió la protesta de la revolución de los pingüinos el primer semestre del año 2006 que no era contra la dictadura ni contra la derecha, pues la presidenta era Bachelet, que asumió muy feliz mediante la constitución pinochetista sembrado la “esperanza” popular de que habría cambios, cosa que no hizo ni haría en su segundo gobierno, pero los burócratas ya saben muy bien cómo vender esa “esperanza”.
Los pingüinos protestando construyeron otra forma de vivir: en común, en comunidad. Cocinaban juntos, vigilaban juntos, dormían juntos y sembraban las semillas del modo de vivir sin jerarquías patriarcales ni partidarias y fueron justamente los partidos con sus representantes en las mesas de negociaciones los que vendieron el movimiento, encabezados por la militante de la juventud comunista María de Jesús Sanhueza, que como muchos otros, debe abandonar posteriormente ese partido.
4.- Saliendo Bachelet del mando del trono presidencial y asumiendo Piñera el año 2010, fue la protesta de la revolución universitaria, diferente a todas las anteriores luchas estudiantiles de las universidades por su masividad y creatividad. La autonomía primaba en las escuelas y facultades universitarias donde se podían ver miles y miles de jóvenes martillando y pintando en los sótanos, confeccionando carritos y tinglados que llevarían en sus marchas. La revolución era la voz de mando. Pero nuevamente surgen los partidos a negociar y vender el movimiento: Los tres líderes Giorgio Jackson, Camila Vallejos y Gabriel Boric se entregan por un plato de lentejas participando en al parlamento del estado chileno. Vallejos en al PC sigue los pasos de la secundaria Sanhueza y transforma la protesta estudiantil en moneda de cambio por un sillón en el poder. Los dos varones aprovechando su rating forman un conglomerado partidario con las sobras de la nueva mayoría y otros partidos “de vanguardia” que llaman de Frente Amplio, que al popco andar se hay dividido y se han ido varias organizaciones.
5.-En abril del 2019 se realiza la gran protesta de los profesores que demuestra como el panorama de los intereses partidarios predomina por sobre los intereses de la gente que despliega en todo el país formas de dar a conocer y compartir su lucha y la crisis de la educación en general. Iniciativas, cantos, disfraces, videos, etc recorren el país mostrando una categoría gremial alegre y creadora bien dispuesta a recorrer otros caminos de cambio. Las pugnas entre los partidos se dan básicamente entre el partido comunista y el frente amplio dando órdenes y contraórdenes buscando el control del colegio.
6.- Llega la explosión social y todos se sorprenden de ver a la gente de las poblaciones llegando en grandes multitudes al centro de las ciudades y era grandioso ver a la gente de los cerros de Valparaíso y Viña bajar en oleadas y ocupar las ciudades una y otra vez con una energía inagotable en todas las ciudades chilenas. Eso es protesta, que muy luego se va transformando en asambleas vecinales que reúnen a vecinos de los barrios.
Viene el debate que la prensa, el estado y los partidos políticos quieren circunscribir al debate constitucional haciendo creer que la gente salía a protestar contra esa constitución y que quería otra.
En realidad la gente mira lo que está a la vista y poca gente realiza la actividad intelectual de contar los pies del gato o las estrellas en el cielo, por lo que la constitución estaba lejos de sus preocupaciones, por más que estado, prensa y partidos insistan en ello. Hablando la firme, la gente salió porque está cansada de que no hay trabajo, no hay ingresos, faltan cosas en la casa, los hijos que estudian en la universidad traen más deudas, se agravan los problemas de la vivienda, aumentan los campamentos de los sin casa, la plata no alcanza para pagar las cuentas de la luz, el agua, el gas, el, internet, etc, todos buscan vender algo y así se sigue aumentando el problema y si nos fijamos estamos la gran mayoría viviendo al tres y al cuatro y algo tiene que cambiar.
Los partidos políticos nos dicen que tiene que cambiar el gobierno, pero la mayoría de la gente sabe que los hemos probado todos y siempre sale el mismo olor de caca, entonces no va por ahí la cosa. Otros nos dicen que tiene que cambiar la economía, pero no lo hacen y quieren convencernos que lo harán una vez que los pongamos en la cima del poder, como cuando pusimos a Lagos, que fue el mejor presidente para los empresarios que se enriquecen con la pobreza.
El tema es que aún hay mucha gente que espera que aparezca el salvador de la patria montando en su brioso Rocinante, como cuando habló la presidenta del colegio médico, que de inmediato aparecen las encuestas poniéndola de candidata a presidenta de la república, los partidos la divulgan y la propia ex presidenta Bachelet la invita a conversar. Más claro echarle agua, saltó la liebre, he ahí la magia del poder dijo el prestidigitador echando los polvitos mágicos de chimbiricoco, que tú no ves ni yo tampoco.
Así nos envuelven en nuevas discusiones que nos dividen aún más y al final salimos a protestar con la foto de la tal por delante cada uno con su pomada que todo lo cura estimulando la esperanza de la ingenuidad de los incautos.
La nueva constitución no resuelve nada y menos sirve para “avanzar” y una protesta tras la otra sólo no sirve si echamos ahí toda la carne al asador.
Si vamos a protestar, vamos, pero debemos suspender lo que estamos haciendo para ir a ella y luego retomamos para seguir. O sea que la protesta es sólo un momento, pues la construcción de lo que estamos haciendo no la podemos abandonar. No basta el calor y energía del momento de la protesta para después regresar a casa y continuar como mansos corderos esperando que nos llamen para la siguiente protesta.
De allí que cobra enorme importancia la multiplicación de las ollas comunes en cada barrio, pero aún más importante es conseguir los alimentos que le vamos a poner a esa olla, por eso destaca la necesidad de aprender a administrar el barrio entre los vecinos comenzando por los más cercanos para planificar donde vamos a sembrar. Durante algún tiempo hay que conseguir los alimentos de cualquier forma, pero ello significa que habría finalmente que comprarlos en algún lugar, con lo que incentivamos a quienes colaboran a que lo hagan reproduciendo las relaciones mercantiles. Incentivemos entonces la creación de huertas en los patios, jardines y terrenos baldíos.
Con ello estamos cambiando de raíz la economía desde abajo, desde cada casa y desde cada barrio, y para ello no necesitamos constitución, ni estado, ni partidos políticos, tal vez protestar de vez en cuando, pero nunca dejando de lado la construcción de nuestra economía y la administración vecinal del barrio.
Fuente: Clajadep