Entendidos en el tema interpretan la carta de la IATA como una presión para que el ministro de Economía obligue al Sernac –que jerárquica y orgánicamente depende de él– a abstenerse de participar en la demanda colectiva en defensa de los consumidores que interpuso Conadecus en contra de LATAM o para que no inicie otra demanda colectiva contra la misma línea aérea, de acuerdo a sus facultades y habida cuenta de los miles y miles de consumidores afectados por las infracciones denunciadas por la asociación de consumidores.
Desde Miami, Peter Cerdá, vicepresidente para América de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) –organismo dedicado al lobby y a la coordinación del comercio aéreo mundial, que agrupa a más de 290 compañías aéreas de más de 100 países, entre ellas LATAM y su red de aerolíneas asociadas– le escribió una carta al ministro de Economía, Lucas Palacios, pidiéndole que intervenga, de alguna manera que no explicita, para impedir u obstaculizar la demanda colectiva de protección de los derechos de los consumidores que la asociación de consumidores Conadecus interpuso contra la referida línea aérea.
La demanda de Conadecus se presentó –a su entender– por las varias y graves infracciones de esta compañía aérea a la Ley de Protección del Consumidor, las que se detallan en la demanda respectiva, especialmente por no devolver los dineros a los consumidores que compraron pasajes y que no pudieron viajar como consecuencia de la pandemia u otros motivos. Este libelo se presentó en representación de todos los consumidores afectados.
Sorprende que la propia carta de la IATA parta de la premisa de que la acción judicial ya está en manos de los Tribunales de Justicia, por lo que nada puede hacer un ministro de Estado –en teoría al menos– para entorpecer el curso y tramitación de la mencionada demanda colectiva.
Por esto, entendidos en el tema la interpretan (la misiva de la IATA) como una presión para que el Ministerio de Economía obligue al Sernac, que jerárquica y orgánicamente depende de ese ministro, a abstenerse de participar en esta demanda en defensa de los consumidores o para que no inicie otra demanda colectiva contra LATAM, por motivos parecidos a los esgrimidos por Conadecus, de acuerdo a sus facultades y habida cuenta de los miles y miles de consumidores afectados por las conductas de la aerolínea.
En sus párrafos principales la carta de IATA al ministro Palacios reza así:
«En nombre de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) queremos, en primera instancia, agradecer el apoyo que nuestras aerolíneas han recibido del Gobierno Chileno para atender la difícil situación por la que atraviesan por cuenta del COVID-19. Sin embargo, acudimos nuevamente a Usted para solicitar su colaboración en la demanda colectiva que la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus) presentó ante un juez, en contra de LATAM por supuestos incumplimientos a las leyes de consumidor y daños morales derivados de los mismos».
«Entendemos que esta demanda se encuentra ante un juez de la República. No obstante, el apoyo del Gobierno chileno es fundamental para evidenciar los grandes perjuicios que pueden sufrir, no sólo LATAM y las demás aerolíneas que operan en el país si se establece este precedente, sino también el sistema jurídico chileno en caso de que las pretensiones de Conadecus sean reconocidas, especialmente frente al daño moral alegado».
«Adicionalmente, en estos momentos de crisis e incluso cuando ya es de conocimiento público que las aerolíneas se encuentran en difíciles condiciones económicas, llevando a algunas a acudir a mecanismos como los del Capítulo 11 de reorganizaciones empresariales de los Estados Unidos, resultaría altamente inconveniente y muy perjudicial para la industria aérea chilena que se dé mérito a esta demanda».
«(…) Agradecemos de antemano su intervención y nos ponemos una vez más a disposición de su Ministerio para trabajar en lo que estime conveniente y hacer frente a esta situación atípica, para poder seguir prestando un servicio seguro y eficiente a nuestros pasajeros».
Fuente: El Mostrador