A horas de lo sucedido, la vocera de la Red de Mujeres Mapuche pide una investigación que dé cuenta de lo que pasó con Rosa e Iris. No quieren que suceda lo que ocurrió con la activista de Tranguil en 2016, por lo que se coordinan con organizaciones y agrupaciones.
Iris Rosales Quiñilen (53) y Rosa Quintana Rosales (17), madre e hija. Mapuche. Ercilla. comunidad Juan Pinoleo.
Los últimos días, no han sido fáciles, plantean desde diferentes localidades mapuche en La Araucanía. El homicidio de Alejandro Treuquil, la huelga de hambre que tiene a 27 presos mapuche en gravísimas condiciones de salud, incluyendo al machi Celestino Córdova, el “desalojo” civil de los municipios de tomados en la Provincia del Malleco, Curacautín y los ataques de civiles, tratando de quemar un municipio con comuneros adentro; Tirúa, desalojos a palos, la muerte de Iris y Rosa.
Todo en un mismo país, todo en una misma región. El “conflicto” se extiende, cruza la barrera geográfica de La Araucanía, avanza hacia Los Ríos, desciende por el BioBío, plantea desafíos al gobierno de turno, pero -sobre todo- a una política nacional que ha tensionado las relaciones con los Mapuche, uno de nuestros pueblos originarios.
Este viernes, la Fiscalía de La Araucanía confirmó el hallazgo de los cuerpos de ambas mujeres. Estaban al interior de una vivienda en su comunidad, Juan Pinoleo, que queda en Ercilla.
Las hipótesis hablan de suicidio. Ambas, fueron encontradas colgadas sin lesiones corporales atribuibles a terceros, explicaron desde Fiscalía. Sin embargo, de inmediato, se pidió una autopsia confirmatoria de la causa de muerte al Servicio Médico Legal de Ángol. Nadie quiere recordar el caso de Macarena Valdés, pero para ello es imprescindible descartarlo.
Así lo explica Yanka Millapan, una de las voceras de la Red de Mujeres Mapuche. “Ayer (viernes) se encontró el cuerpo de dos lamien muertas de forma sospechosa. Se dice que ellas se quitaron la vida, además, dicen que no hay participación de terceros. Los aseguran en menos de 24 horas. Nos preocupa porque se asimila a lo que pasó con Macarena Valdés. Es extraño, todo es extraño, más cuando siempre se ha querido invisibilizar y criminalizar la lucha de nuestro pueblo. Estamos preocupadas porque no tenemos un apoyo por parte de las políticas públicas, menos del Gobierno”.
“Todo está atravesado por el conflicto del Estado contra el Pueblo Mapuche”, explica la vocera dando cuenta que la comunidad a la que pertenecían Iris y Rosa está muy cerca de Ercilla, a su vez, de Temucuicui, el corazón del conflicto.
Las Transnacionales no se quedan fuera de esta discusión. Están tan dentro que para Yanka Millapan “es lo que genera el conflicto”. La defensa del Estado a los empresarios, militarizando para ello una zona completa, donde con perdigones y balines atacan, casi a diario, a niños, niñas, mujeres, sin importar nada, relata.
“Como Red estamos conmovidas por la situación que viven nuestros lamien. Esas son zonas militarizadas, zonas utilizadas por las transnacionales, que es lo que genera el conflicto que tiene el Estado contra el pueblo Mapuche”.
“Hay una arremetida comunicacional financiada por el empresariado, unas transnacionales que, solamente, buscan explotar la tierra sin tener en consideración que son sagradas, acabando con su biodiversidad. Dejan sin agua, matan los animales, hacen un cambio negativo”, continúa.
Desde 2014, “con la militarización del Wallmapu”, cuenta, todo se radicalizó, convirtiéndose en una constante lucha para quienes viven allá. “Fuerzas Especiales balean sin consideración. Usan tácticas violentistas contra nosotros”.
Así, por eso, lo que piden es que se investigue la muerte de Iris y Rosa. Ahora, a horas de sucedido el hecho, están coordinándose con agrupaciones, organizaciones, conversando con otras personas de la comunidad para saber si habían visto “algo raro”, que pudiera entregar una pista de lo que este viernes pasó en Ercilla.
“Pedimos claridad en los hechos. Fiscalía ya dijo que presumía que no había intervención, lo que es sospechoso. Queremos una investigación más clara, necesitamos que los hechos sean profundizados, que no pase lo que pasó con Macarena”, repite dando cuenta de la herida abierta que quedó tras el asesinato de Valdés, el que solo fue declarado como tal luego de meses y meses exigiendo justicia.
“Quieren tapar muertes que son sospechosas, porque la comunidad de Pinoleo está muy cerca de Ercilla, de Temuicuicui el corazón del conflicto, cerca de Mininco, y otras transnacionales. Quieren pensar que fue suicidio y eso nos causa inquietud. Queremos una investigación real. No pueden, en un par de horas, presumir que no pasó nada más. Es una falta de respeto contra las lamien, pues no hay fundamento que explique el presunto suicidio”.
El Gobierno y los casi 100 días de huelga de hambre
Débiles, algunos en estado crítico de salud, como el machi Celestino Córdova. Los presos mapuche que mantienen huelga de hambre (desde hace algunos días de carácter seco), son otra preocupación para la Red de Mujeres Mapuche.
“Vemos esto de una forma muy grave. Sabemos que el Gobierno no tiene intención de diálogo. No respeta el Convenio 169 de la OIT”. A renglón seguido comenta la toma de las municipalidades por algunos de los lamien “que buscaban llamar la atención pacíficamente de la situación de salud en la que se encuentran los hermanos presos. ¿Qué se consiguió?, violencia, grupos de civiles armados que incendiaron autos, quisieron quemar municipalidades con ellos adentro y un gobierno que avala esta situación”.
A juicio de Yanka, con ayuda de los grandes medios de comunicación, lo que se busca es desprestigio contra el Pueblo Mapuche: “El Gobierno quiere que la gente no tenga empatía con nuestro pueblo. Buscan una arremetida comunicacional de desprestigio a nuestro pueblo. Se cuentan historias, dicen que nuestra lucha no tiene profundidad, pero somos nosotros quienes hemos recibido mucha violencia, ellos tienen una deuda histórica de nuestro pueblo”.
“Nuestros hermanos están dando la vida, quieren proteger nuestra madre. Pero este gobierno está detrás de todo esto y no tienen ni una intención de escuchar ni ceder. Solo buscan que nuestra lucha sea desvalorizada y criminalizada. Para allá apuntan. No tienen intención de diálogo, de escuchar las demandas. Realmente se nota que no le importa la vida del machi. Saben cómo está su salud, saben que va a morir el machi y otros hermanos, pero hacen caso omiso a todo lo que se plantea y visibiliza a nivel internacional”.
Para ella el problema de fondo es que el Mapuche es “un pueblo que tiene una forma contraria al modelo. Por eso nos quieren invisibilizar. No les importa que nuestros hermanos se mueran, pues siempre avalan a las transnacionales, al otro lado de la historia”.
Fuente: Radio U. Chile