Por Capucha Informativa
Fabiola Campillai fue diagnosticada con meningitis -inflamación de las membranas (meninges) que rodean el cerebro- durante la madrugada del día sábado, y su operación se llevó a cabo el miércoles 16 de septiembre. En estos momentos, se encuentra en relativa estabilidad. Estas complicaciones físicas son consecuencia de la bomba lacrimógena disparada a su cara y a corta distancia por el Carabinero Patricio Maturana, el pasado 26 de noviembre, que le costó la pérdida del sentido de la visión, el olfato y el gusto.
El viernes 11 de septiembre Campillai fue hospitalizada en el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) tras sufrir fuertes dolores de cabeza y un derrame endocraneal, a la espera de la operación realizada el día de ayer. La misma corporación fue quien confirmó el éxito de la intervención y el estado de salud de la paciente, quien sigue hospitalizada.
A raíz de esto ocurrieron en paralelo manifestaciones acontecidas en las inmediaciones del domicilio de Maturana, el autor del disparo, que se encuentra con medida cautelar en su casa al ser revocada la prisión preventiva el 5 de septiembre por La Corte de Apelaciones de San Miguel.
Las secuelas del actuar violento y sin justificación del personal de la policía chilena sigue siendo latente en Campillai, quien el pasado noviembre estuvo en el paradero de San Bernardo para ir a trabajar, pero se convirtió en el blanco de la enajenación de Maturana que acabó por cambiar la vida de ella. La recuperación de Fabiola ha sido larga, ha tenido varias intervenciones durante estos meses, no ha tenido tregua en ningún momento y sigue teniendo complicaciones como lo fue la rotura de una fístula y la acumulación de líquido encefálico ocurrido el fin de semana anterior que la llevó a internarse a la UCI para ser diagnosticada con meningitis.