Por Capucha Informativa

El estudiante de la universidad de Magallanes, Marcelo Mandujano, cumple condena desde el mes de enero y el pasado viernes 13 de noviembre fue declarado culpable de incendiar y hacer desórdenes públicos. 

El suceso ocurrió el 13 de noviembre del año pasado, en el marco del estallido social. Ese día un grupo de manifestantes incendiaron la sucursal AFP Hábitat ubicada en la intersección de Avenida Colón con calle Magallanes. 

El fiscal, Felipe Aguirre,  a cargo del caso, acusó a Mandujano de ser el principal autor del incendio. Incluso el persecutor y  los abogados querellantes de la Intendencia Regional y la inmobiliaria Las Violetas exigen una pena aflictiva superior a once años. Esta condena se conocerá el próximo martes 1 de diciembre. 

El defensor del estudiante, Juan Carlos Rebolledo, detalló en el medio El Pingüino que era un caso predecible, sin embargo, las evidencias presentadas por el Ministerio Público son cuestionables. 

“Desde el punto de vista valórico para la sociedad, no se puede condenar con pruebas mal contenidas, y acá tenemos de concreto una fotografía de un control de identidad que no sabemos de dónde salió, una declaración de un testigo sin nombre para perjudicar a la defensa, y una serie de videos que la señora encargada decía que venía Pedro, Juan y Diego y se llevaba en un pendrive lo que quería, sin cadena de custodia, sin orden, sin nada”, comenta Rebolledo.

 En la misma línea, el defensor critica la falta de objetividad, de contradicciones y de las correcciones. “El policía no está para facilitar un error, una dificultad o una omisión de la Fiscalía, sino que debiese ser absolutamente objetivo”, agrega. Ante los numerosos juicios de presos políticos analiza las convergencias entre ellos. “En los juicios importantes o grandes son donde se ven y se producen las mayores falencias investigativas por parte del persecutor”, concluye. 

Compartir: