Con casi 50 muertos en su prontuario, miles de presos políticos y el reciente ataque con armas a dos menores de edad en un hogar del Sename en Talcahuano, la cabeza de la institución cayó finalmente tras casi dos años en su cargo.

Ha pasado un poco más de un año desde el comienzo de la Revuelta Popular, y una de las figuras más importantes de la violencia y represión estatal se mantenía en su cargo. Al menos hasta hoy. Hablamos del General Director de Carabineros, Mario Rozas, quién presentó su renuncia como cabeza de la institución este jueves a casi dos años de asumir su cargo.

Esta renuncia llega tras meses especialmente violentos contra manifestantes en todo el país (el intento de asesinato de un joven en el puente Pío Nono) y tan solo una horas luego de un horrible ataque contra dos menores de edad en un hogar del Sename en Talcahuano.

El hecho ocurrió en el Hogar Carlos Macera ubicado en el sector de la población Diego Portales -histórico Campamento Lenin-, organismo colaborador del Servicio Nacional de Menores (Sename), donde Carabineros disparó armas de fuego contra de dos adolescentes.

Este ataque provocó manifestaciones ayer en diversos lugares del Gran Concepción, y se esperan diferentes llamados para hoy en diferentes lugares del país. En tanto, los niños permanecen internados en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, uno de ellos (17 años) se encuentra con una lesión de gravedad tras recibir un disparo en su muslo izquierdo, mientras que el segundo (un niño de 14 años) cuenta con una herida en su pierna de menor gravedad.

La salida de Rozas se da también tras una una reunión en La Moneda del presidente Sebastián Piñera, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, y el propio ex general director. Su reemplazante será el general Ricardo Yáñez.

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