Por: Capucha Informativa
La ex funcionaria de Carabineros, Jimena Jemenao, fue destituida de su trabajo, ya que según la institución no está apta para seguir prestando sus servicios al padecer “un trastorno ansioso depresivo”. Esto último se debe a que en octubre del año 2019 su hijo mayor perdió un ojo al recibir el disparo de perdigones en manos de la policía uniformada, y de que esté, en estos momentos, con riesgo de perder el segundo.
“No recibí ninguna ayuda emocional, pese a que ellos sabían lo que había sucedido”, sostuvo Jemenao. Incluso, su jefe no la contactó. “A mí —insiste— me discriminaron por lo que le sucedió a mi hijo. Yo jamás había tenido una licencia como ahora, en los 14 años que trabajé en la institución”, detalló la mujer.
Jimena Jemenao, quien se desempeñó por más de 10 años como archivera civil en la Prefectura Santiago Cordillera quedó desempleada, luego de que su estado emocional se haya complicado, según suscribieron los tenientes coroneles (s) Cristián Matus, presidente de la Comisión Médica Central, y Hernán Guzmán, en representación del ex general director Mario Rozas. Esta decisión se ajusta a las normas que se aplican a los funcionarios del sector público. Ante esta injusta situación Jimena apeló, sin embargo, se mantuvo su despido.
Además, “decidieron echarme y tiraron la resolución en otra casa. No fueron capaces de llamarme (…). Soy el sustento de mi familia. Hernán ahora no puede trabajar. No voy a bajar los brazos, aunque tenga que hablar con el general director nuevo. Lo que hicieron conmigo fue una injusticia. Si no me querían tener en la unidad, me pudieron trasladar ¿Cómo dejaron una carta certificada con mi despido en una dirección donde ya no vivo?”, comentó.
Ante la medida de la institución Jimena afirmó sentir “ pena, dolor, rabia. Yo no me merecía algo así. Ellos siempre con puras mentiras. Yo estoy segura de que el nuevo director general no sabe lo que pasó. Lo voy a hacer, no me voy a quedar callada. No hubo ninguna ayuda, ni una visita de un jefe. Voy a luchar hasta el último, quiero que todo el mundo se entere de cómo son con las viudas de carabineros -su marido murió en 2003 trasladando a dos detenidos-. Me dieron vuelta la espalda, fue una decepción total”.
El hecho
El día 22 de octubre del año 2019, Hernán Rodríguez Jemenao (21) estaba en en la estación de metro Protectora de la Infancia, en Puente Alto, cuando a las 18.00 recibió el disparo de perdigón. “Pero entonces, de repente, apareció la fuerza de represión y tuvimos que salir volando. Daba miedo. Se sentía un nerviosismo en el aire, había gente corriendo. Ellos disparaban y la gente caía al piso”, relató Hernán.
El joven se dirigió a la calle Luis Matte, donde un carabinero le apuntó y disparó de frente. “Me mareé, me desorienté, pero vi a una niña y le pedí que me ayudara. Ella me tiró adentro de un pasaje y llegó gente que parecían paramédicos, personas que estaban protestando también”, comentó. Posteriormente fue llevado al Hospital Sótero del Río.
En consecuencia del disparo tuvieron que sacarle las esquirlas de su ojo, ya que sufrió una fractura por el fuerte impacto. “Fueron tres a cuatro meses de recuperación, con antibióticos y controles médicos. Me sentía mareado y me dolía la cabeza”, agregó.
Su madre preocupada por la salud de su hijo fue “a dejar mi licencia médica y me empezaron a criticar. ‘Yo primero soy madre y mi hijo no es ningún delincuente’, les dije. Me afectó mucho todo lo que sucedió. Yo a él lo crié de niño, porque mi esposo es un mártir de la institución”.
La situación médica de Hernán se complicó. “Con los meses, me explicaron que mi retina se había dañado y que quedaría con una visión de quince por ciento para toda la vida en mi ojo derecho. Fue una situación traumática, nunca pensé que iba a vivir algo así. Ha sido difícil, he estado con sicólogos”, detalló el joven.
En suma, el hijo de Jimena sufrió el desprendimiento de retina del ojo izquierdo, el que no recibió el impacto del disparo. “Me hicieron un láser y no funcionó. Hace tres semanas me operaron, para acomodarme la retina de mi ojo bueno. Ahora estoy en reposo, tratando de salvar la visión”, concluyó Rodríguez.