Impacto y rechazo en la comunidad ha causado el descubrimiento de una red de explotación sexual infantil al interior de la residencia colaboradora del Servicio Nacional de Menores, Nido, en Hualpén. Debido las gravísimas denuncias, la Defensoría de la Niñez se querelló contra la directora de dicho hogar, Evelyn Oñate, por una serie de delitos de connotación sexual contra menores. Sumado a ello, la semana pasada se conocieron las denuncias de al menos diez familias que acusan al mismo centro colaborador del Sename -hoy clausurado- de la desaparición o secuestro de niñas y niños.

Las primeras alarmas en contra del centro y su exdirectora, Evelyn Oñate, las encendió la denuncia realizada en Fiscalía por representantes del refugio Esperanza de Curanilahue. Este recinto albergaba a dos menores de 6 y 8 años de edad, que sufrieron abusos sexuales durante su estadía en Hualpén desde 2014 hasta mayo de 2019.

Conocidos estos antecedentes, la Defensoría de la Niñez hizo lo propio a través de querellas ligadas a delitos sexuales perpetrados presuntamente por Oñate y compañía, en contra de niñas y niños institucionalizados. Según detalla la querella, era Evelyn Oñate quien llevaba a los dos niños a piezas apartadas para ser abusados sexualmente por otros sujetos, lo que representaría máxima gravedad para el organismo gubernamental, no solo por el hecho mismo, sino también por tratarse de la encargada de la casa de acogida.

La residencia Nido era administrada por la institución católica colaboradora del SENAME, Fundación Padre Luis Amigó parte de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos. La organización, con sede en Concepción -Barros Arana 162 Oficina 9- está inserta en 15 programas de protección, adopción y justicia juvenil, distribuidos en 6 regiones del país.

Niñas y niños desaparecidos

Familiares de niñas y niños institucionalizados por el Sename, explican que no saben del paradero de estos hace ya mucho tiempo. En algunos casos, hasta varios años. Señalan que desde el centro de acogida nunca les dieron una respuesta concreta sobre un posible traslado o adopción, situaciones que en todo momento deberían ser mediadas por un juicio.

En esta línea, la Defensoría de la Niñez presentó una nueva denuncia el pasado 12 de mayo en la Fiscalía Regional del Biobío. La directora de la institución, Patricia Muñoz, comentó que «tomamos conocimiento de la denuncia por parte de una madre, quien describió que no tenía conocimiento sobre el paradero de su hija. Denunciamos para que se investigue un eventual delito de adopción irregular».

Durante este miércoles, la Defensoría de la Niñez presentó nuevas denuncias ligadas también a la desaparición de otros menores«Otros padres han requerido nuestra intervención en ese mismo sentido, a través de información que estaríamos recibiendo de estos padres, que expresan que los niños, estando en esa residencia, luego fueron desvinculados de ella sin entregar su actual paradero», comentó Muñoz.

No solo la Defensoría y las familias cuestionan las adopciones. El abogado Cristián Echayz, especialista en casos de adopción, declaró a Biobiochile que «no es usual que 17 de 23 menores en un hogar del Sename o un organismo colaborador sean parte de un trámite que se usa como última  salida en casos de protección de menores.»

El secuestro y desaparición de Antonella

De esta manera, no solo las denuncias apuntan a aberrantes delitos de explotación sexual infantil en el centro de menores hualpenino, si no que familiares y la Defensoría de la Niñez han acusado la desaparición de al menos diez de ellos. Sin obtener información por parte del hogar Nido, han tenido que dirigirse hasta el Registro Civil, donde han constatado de la inexistencia de los datos personales de sus hijas e hijos.

Una de las niñas desaparecidas es Antonella, una menor pronta a cumplir cinco años de edad, extraviada desde un centro colaborador del Sename desde junio de 2018. Sus padres la vieron por última vez durante su cumpleaños número tres. El paso de la menor por el hogar Nido en Hualpén comenzó en noviembre de 2015, en primera instancia alcanzó a vivir un mes en dicho recinto del Sename, proceso interrumpido gracias a una apelación judicial emprendida por su familia.

Posterior a ello, en mayo de 2016, ingresó nuevamente al mismo centro de acogida, tras una maniobra ejecutada por Evelyn Oñate, la exdirectora, hoy formalizada por delitos sexuales. El reingreso de Antonella al centro infantil se habría producido luego de que Oñate retirara a la niña desde el jardín Cabo Aroca de Hualpén, acusando abandono por parte de sus padres.

Sobre aquella situación, Luis Aravena, padre de niña hoy desaparecida relató:«Me llamaron como a las 14:00 hrs del jardín para que fuera a buscar a la niña, porque su mama no podía ir. Les pedí si me podían esperar un poco, porque yo salía como a las cuatro. Cuando llegue me encontré a Evelyn con un furgón de Carabineros haciéndose cargo de la niña. Cuando llegué a retirar a mi hija me informaron que la señora Evelyn se la había llevado, que estaba bajo su cargo. Desde ahí, Antonella estuvo en el Nido hasta 2018».

Luis explicó que entre enero y febrero de 2018 realizaron un juicio donde Antonella pasaba a ser susceptible a la adopción. Lo extraño es que, según declaraciones de Aravena, no habría registros de tal decisión. «Fui a la página del Poder Judicial y ese juicio no aparece. En ese juicio ellos presentaron una dupla psicosocial de Talcahuano y ahí dijeron que yo no podía tener la custodia de la hija, que no estaba capacitado para el cuidado parental por mi edad. Por lo mismo mi sobrina se ofreció para quedarse con la niña, pero no la tomaron en cuenta».

Tras esta situación, la pequeña Antonella fue trasladada desde el Nido en Hualpén, hasta un hogar en Concepción -entre Lincoyán y Freire-, que ni siquiera había sido abierto aún y que funcionó por apenas 8 meses. «No tenían ni el letrero afuera, nada. Después cerraron y desapareció todo de ahí. Cuando pase por ahí en 2019, había un letrero que decía se arrienda», expresó Aravena.

Agregó que: «ahí la vi por última vez, aproximadamente el 12 de junio, me dijeron que ya no podría visitar más a Antonella porque el juicio había salido desfavorable y había llegado la resolución a ellos, pero eso significaba que la hija era susceptible en adopción, nada más».

Durante lo que restó de junio, la familia de Antonella intentó visitarla, pero cuando acudían al hogar, Evelyn Oñate les decía que la niña no quería verlos y que no podía obligarla, fustigó el padre. Desde ese momento, la familia Aravena Martínez le perdió el rastro a Antonella.

El secuestro de Alison

Una situación similar vive la familia Ávila. María Ávila, madre de la niña ingresada al centro El Nido en julio de 2014, denuncia también a Evelyn Oñate como principal responsable en la desaparición de la menor pronta a cumplir siete años de edad.

La madre de la niña explica que fue Oñate quien le informó que los tribunales habían fallado en su contra, pero al momento de ir a constatar dicha resolución judicial, «me dijeron que ellos no tenían idea del tema o de algún juicio.  Evelyn me amenazaba, que mi hija se iba a ir en adopción, pero esa actitud era solo de parte de ella. A mí no me llegó ninguna notificación, nunca se me informó que me hija se iba o que estaba susceptible a la adopción».

Alison ingresó el 8 de octubre de 2014 al Nido con un año cuatro meses de edad. Su madre le perdió la huella a principios de 2019.

«Yo iba hasta allá, decía que era la mama de Alison pero Evelyn no me habría la puerta, no me contestaba el teléfono cuando la llamaba. Nunca la pude volver a ver desde que me quitaron las visitas, la única vez que vi de nuevo a mi hija fue cuando pasé en la micro por fuera del hogar».

Al igual que con Antonella, cuando la madre de Alison ha preguntado en el Registro Civil de Concepción sobre la información de su hija, los datos no aparecen. María Ávila explicó que no aparece ni por su nombre ni por su RUT: «no se sabe nada. Además, fui a diez hogares a buscar a mi hija y en ninguno de ellos esta. Yo la inscribí ahí el 6 de junio de 2013».

En 2015 la familia de Alison explica que por medio de una tía de la niña, se intentó recuperar la custodia de la menor, pero comentan que los tribunales habrían anulado la audiencia de reclamación tutelar. «Yo no sé si después de que me quitaron las visitas, ella fue trasladada de hogar o si está en otro lado. Yo llamaba al hogar para preguntar por ella, para que no alegaran abandono porque yo jamás la he abandonado».

María Ávila catalogó como insólito lo ocurrido nuevamente al alero del Servicio Nacional de Menores y agregó que «Esto es un tráfico de niños, una mafia. A una como mamá le tiene que llegar una notificación de que un hijo se fue en adopción, pero el Sename ni siquiera se ha contactado con nosotros o nos ha dicho donde está nuestra hija».

Los hogares colaboradores del Sename tienen la tarea de reintegrar a las niñas, niños y adolescentes a su núcleo familiar, fomentando el lazo con sus madres o tutores. La familia Ávila denuncia que esto nunca fue así y que siempre buscaron alejarla de la madre: «nunca me dieron la posibilidad de recuperar a mi hija».

La madre de Alison relató que la tuvo siendo una adolescente, con apenas 16 años de edad. «Me la quitaron porque yo no tenía los medios como para tenerla. De hecho, yo también me crie en un hogar y a mi hija la tuve estando en ese hogar y después la mandaron para el Nido.  A mí me vulneraron mis derechos y me la quitaron porque yo era menor de edad y no entendía nada, por eso se aprovecharon de las circunstancias», fustigó.

La familia de Alison interpuso una nueva querella en contra Oñate, contra quien pesan además denuncias desde la Defensoría de la Niñez. María comentó que lo más probable es que se sumen más casos, «al principio fuimos dos mamitas las que protestamos ahí en los Tribunales, después llegaron 8 y ahora supimos de dos nuevos casos».

Nuevamente el Sename vulneró derechos de niñas y niños

Producto del abuso en contra de un niño y una niña, patrocinado por la directora de el Nido, Evelyn Oñate, y las denuncias de desapariciones de menores bajo la tutela de la misma dirección, este martes la cuestionada Directora Regional del Sename en el Biobío, Ximena Morgan, fue obligada a renunciar a su cargo.

Morgan se mantenía en el puesto pese a que la Directora Nacional del SENAME, Susana Tonda, había renunciado al cargo por pérdida de confianza de parte de su superior, el Ministro de Justicia Hernán Larraín.

En su lugar asumió como subrogante Patricio Muñoz, lo que ha sido criticado por una de las Asociaciones de funcionarios del Sename (ANFUR), pues lo acusan de haber hecho caso omiso de casos de denuncias de vulneraciones de derechos de menores.

Cabe destacar que, las denuncias contra la residencia Nido, no son las únicas que han ocurrido en la nariz de la directiva del Sename en nuestra región. Entre los casos más relevantes se encuentran las conocidas el año 2011 que involucraban casos de maltrato infantil perpetrados al interior del CREAD El Arrullo, ubicado en Concepción. A ello se suma un informe realizado por la PDI en 2017, el que analizó 14 centros en el Biobío hallando 57 casos de vulneraciones de derechos y 17 denuncias efectuadas, de las cuales 12 eran por abusos sexuales.

Con respecto a estos hechos y los recientemente conocidos, Patricia Muñoz directora de la Defensoría de la Niñez fue lapidaria al expresar su opinión sobre el actuar del Sename: «hacemos la peor evaluación al actuar del Sename en esta situación, toda vez que el Servicio Nacional de Menores es el responsable de que esos hechos no ocurran, en relación a aquellos niños, niñas y adolescentes que están bajo su cuidado. Independiente de que esa intervención se realice por organismos colaboradores, el responsable directo de esa función es el Sename».

Por este motivo es que la querella presentada por la Defensoría de la Niñez no solo está dirigida a Evelyn Oñate, sino que a todos los que resulten responsables.

«La investigación debe ser muy profunda y rigurosa, determinando cual fue el rol que tuvieron las autoridades de la región y del nivel central de Sename, en relación posibles informaciones sobre la ocurrencia de los hechos y que acciones tomaron al respecto» indicó Patricia.

Si bien hay que esperar los resultados de la investigación penal por los delitos sexuales en contra de Oñate, la Defensora de la Niñez  explicó que: «para aquellas personas que están vinculadas a delitos de esta naturaleza y tienen bajo su cargo el cuidado de estos niños, existe en el Código Penal un agravante. Éste pone énfasis en que, para aquellos que teniendo la responsabilidad de cuidar a los niños, ejecuten acciones de este tipo, tengan una sanción mayor».

Fuente: Resumen / Juan Contreras Jara

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