Desde comienzos de mayo, la Universidad de Santiago espera la aprobación del Ministerio de Salud para transformar esta máquinas en equipos mecánicos invasivos y comenzar a probarlos en pacientes.

Convertir mil máquinas para el tratamiento de apnea en ventiladores mecánicos invasivos. Este es el proyecto, que desde el 6 de mayo, está en espera en la Universidad de Santiago.

Tras una serie de exitosos experimentos con pulmones artificiales y animales, el pasado 6 de mayo, la Usach la ex ministra de salud y hoy la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, Helia Molina anunció esta iniciativa pensada especialmente para pacientes Covid-19.

Sin embargo, hasta el día de hoy, la idea de la Usach se mantiene a la espera de la aprobación del Ministerio de Salud, según un artículo del medio Interferencia.

El proyecto, desarrollado en conjunto con profesores de Ingeniería Eléctrica de la Usach y la empresa Sigma, funciona por medio de la conexión de máquinas para la apnea con otro sistema de control, que permite usar el primer dispositivo como un respirador.

Esta reconversión permite que los ventiladores puedan ser invasivos de uso intermedio. Es decir, es para pacientes con problemas respiratorios. No obstante, no está recomendado para los más graves.

De acuerdo a la Universidad de Santiago, actualmente hay cerca de mil dispositivos de este tipo en el sistema público de salud, que podrían ser, eventualmente, reconvertidos en ventiladores con una capacidad de transformación de 300 de estas máquinas CPAP en ventiladores al mes.

Según la Usach, el ministerio está informado de este proyecto y aún se mantienen en comunicaciones con ellos. Mientras tanto, los creadores de esta iniciativa se mantiene probando el funcionamiento de los ventiladores que han creado y esperan tener el permiso del Instituto de Salud Pública (ISP) para empezar las pruebas con pacientes.

Estos conversión de equipos tendría entre sus ventajas que significarían un costo menor que un ventilador nuevo, y serían más fáciles de manipular.

Fuente: Interferencia

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