Según una investigación de DeSmog -y que INTERFERENCIA reproduce en exclusiva para Chile- la minera usó equivocadamente un estándar suizo para medir impacto por contaminación, el que no considera el hollín que producen estas operaciones y que es más nocivo para los glaciares que las sustancias medidas.
Anglo American ha socavado sus propios planes para el controversial proyecto de US $ 3 mil millones que busca expandir la mina de cobre Los Bronces, ubicada bajo el santuario de la naturaleza Yerbaloca a 52 kilómetros de Santiago, en las faldas de la Cordillera de los Andes.
La gigante minera multinacional reveló un vergonzoso error técnico en un documento que contenía respuestas a consultas de accionistas de la empresa. De acuerdo con el Estudio de Impacto Ambiental de Anglo American publicado en julio de 2019, el primero de seis criterios centrales para la expansión subterránea de Los Bronces corresponde a evitar el impacto en glaciares cercanos, los cuales corresponden a fuentes críticas de agua potable que ya están siendo amenazados por la crisis climática.
Sin embargo, el diseño de la mina, como el medio británico DeSmog revela, utiliza una medición de contaminación totalmente irrelevante para estimar el impacto en glaciares.
Antes de esto, la expansión ya era considerada controversial. La Corporación Defensa de la Cuenca del Mapocho asegura que la multinacional está haciendo una apuesta frente a la posibilidad de dañar glaciares y afectar el agua potable a futuro de una ciudad de 7 millones de habitantes como Santiago, hogar de la mitad de la población chilena. La capital del país se encuentra en su décimo año consecutivo de mega-sequía, con una disminución en las lluvias de 2019 de un 75% respecto al periodo 1981-2010, informa la BBC. Las operaciones actuales de Anglo American en Los Bronces han sido consumidoras importantes de los escasos recursos hídricos durante ese tiempo.
Además, una investigación previa de DeSmogdescubrió que sólo con la producción de cemento para la expansión subterránea de la mina se producirá la contaminación por gases invernadero equivalente al 9,7% de las emisiones de Chile.
La nueva investigación de DeSmog descubrió que:
– Al intentar de probar que la expansión de Los Bronces no dañaría los glaciares, Anglo American ha aplicado por error los estándares suizos de contaminación para depósitos de polvo en tierra a depósitos que realmente caen en glaciares.
– La compañía ha publicado niveles de contaminación por polvo de sus operaciones actuales en centros de monitoreo cercanos a glaciares que ya son considerados como “altamente contaminados” para un ecosistema con glaciares.
– El mal aplicado estándar suizo no mide el hollín generado por las operaciones mineras, un contaminante que tiene un impacto bastante mayor en el derretimiento de glaciares que el polvo de mineral. Esto implica que la contaminación actual y futura de los glaciares podrían ser mucho mayores a lo que Anglo American estima.
– El polvo y el hollín tendrían que cruzar sobre o cerca de un sistema glaciar antes de llegar a alguna de las estaciones de medición de calidad del aire de la compañía.
La revelación detrás de la respuesta a consultas de accionistas de Anglo American
El 7 de mayo, en una respuesta de la compañía, que cotiza en la Bolsa de Londres, a consultas realizadas por sus accionistas, Anglo American reveló sin querer que sus “científicos y expertos independientes aclamados internacionalmente” habían aplicado por error los estándares suizos para la contaminación de la tierra en vez del correspondiente a la contaminación de glaciares en el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de expansión para Los Bronces.
La respuesta a los accionistas indica que “el efecto de la actividad minera en glaciares es también bajo y representa menos del 10% del límite establecido por la regulación suiza (200mg/m2/día)”. Expertos informaron a DeSmog que no existe ningún estándar conocido para medir ese impacto por contaminación en los glaciares.
Cuando contaminantes oscuros y absorbentes de calor como el polvo y el hollín caen sobre superficies glaciales blancas –las que típicamente reflejan los rayos del sol– estos ayudan a acelerar el proceso de derretimiento. Esa es una preocupación importante para Chile, ya que posee el 82% de los glaciares de Sudamérica.
DeSmog contactó a la Oficina Federal de Medioambiente suiza (Foen, por sus siglas en inglés) para consultar sobre el uso que Anglo American está dando a su estándar de contaminación. Foen respondió: “La Ordenanza suiza para el control de la contaminación del aire fija los valores límite para el ambiente (ALV, por sus siglas en inglés) para la caída de polvo en 200 mg/m2 al día como un promedio anual. Estos ALV sirven al propósito de proteger la tierra e, indirectamente, proteger la salud. No tienen ninguna relación con glaciares”.
El Instituto Federal Suizo de Investigación sobre Bosques, Nieve y Paisajes agregó a la investigación de DeSmog que “una definición sobre lo que es seguro sería difícil” para depósitos particulados en glaciares y que “no se conoce tal recomendación”.
Por su parte, Anglo American no respondió a las consultas de DeSmog una vez se le presentó la evidencia obtenida desde Foen que indica que el proyecto de expansión de Los Bronces está ocupando valores pensados para sistemas de tierra y no glaciares.
Trazando la norma suiza
DeSmog se enteró de que Anglo American podría estar mal aplicando medidas de contaminación a glaciares en noviembre de 2019. Un gerente de relaciones comunitarias de Anglo American comenzó a circular un documento titulado 10 Fake News sobre Los Bronces en Facebook y en un grupo de Whatsapp de vecinos de Farellones, quienes viven en la ruta que lleva a la mina.
El documento acerca las fake news de Anglo American buscaba disipar la publicidad negativa en torno al proyecto.
Sin embargo, contenía errores matemáticos básicos. El punto 2 describe la profundidad de 600 metros de la infraestructura subterránea de la mina –incluyendo túneles bajo glaciares– como “más de tres veces” la altura del Costanera Center, el edificio más alto de Santiago, el cuál mide 300 metros.
En el punto 5, el documento menciona la mal aplicada norma suiza para el daño a glaciares, republicada meses después en la respuesta en inglés de Anglo American a sus accionistas.
El error de la norma suiza fue trazado por DeSmog en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) pendiente de Anglo American para la expansión subterránea. El proyecto de expansión no puede seguir adelante sin la aprobación del EIA por parte del gobierno chileno. Tanto GeoAire como Jaime Llanes y Asociados, las consultoras ambientales contratadas por Anglo American para producir el EIA, aplicaron incorrectamente el estándar de contaminación de tierra suizo a glaciares (02-Anexos Capítulo 3 – 1 de 6, Part II, p.10; and 01-Capítulo 4: Evaluación de Impactos, p.69.)
Daño a glaciares
La pregunta acerca de si los consultores de Anglo American están calculando correctamente el impacto del polvo y el hollín en glaciares cercanos podría significar un mundo de diferencia para las fuentes de agua congelada amenazadas. Los glaciares son especialmente sensitivos a cierto tipo de material particulado, conocido como hollín, el cual proviene de motores a combustión. La velocidad de derretimiento de estos cuerpos de agua también puede aumentar –aunque en menor grado– por polvos de mineral provenientes de un contexto de minería. La sensibilidad de una superficie glacial a estos contaminantes es diferente a la que tiene la tierra en la que se aplica la norma suiza, la cual sólo mide el polvo, menos dañino que el hollín, que no está siendo medido.
Anglo American no respondió cuando DeSmog consultó si la empresa está realmente midiendo sólo las partículas de polvo de mineral.
La multinacional minera ventilará polvo de mineral y emisiones diesel, incluyendo hollín, desde la futura operación subterránea a través de chimeneas (Resumen Ejecutivo p.4) hacia el cielo, depositándola en los vientos andinos a sólo 2,1 kilómetros del glaciar más cercano.
A pesar de la proximidad de estas emisiones a los glaciares, Anglo American ha excluido en gran medida a los glaciares cercanos al diseño del proyecto. La compañía minera considera que estas masas de hielo, localizadas al sur de las chimeneas de ventilación de la mina, están fuera del área de influencia del proyecto.
“Pareciera que no toman en cuenta la geografía o topografía local para delimitar su área de influencia”, comentó la geógrafa chilena dra. Alessa Geiger a DeSmog respecto a la forma en que los consultores de Anglo American decidieron los límites de la futura contaminación del aire del proyecto.
En repetidas ocasiones Anglo American menciona la norma suiza mientras se refieren a datos sobre material particulado medidos en la central de monitoreo Los Sulfatos, al sur de la mina Los Bronces (ver el mapa inferior). El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) registra una medida promedio de polvo de mineral de 19,9 mg/m2 por día (redondeada a 20 mg/m2 por día por Anglo American) en este lugar entre el 3 de febrero de 2016 y el 7 de marzo de 2018. Dicho valor sí excede el 10% del estándar diario que los suizos aplican a la tierra pero, como Foen indicó, este estándar no se extiende a glaciares.
Además, para que material particulado llegue al sitio de monitoreo Los Sulfatos, este tendría que pasar directamente o cerca de un sistema glaciar ubicado al sur de la mina.
Además, Anglo American entrega esta medición de contaminación de 20 mg/m2 por día como justificación para la mina, a pesar de ocupar erróneamente la norma suiza. Aun así, esto es información histórica, no de las operaciones a futuro.
El proyecto de expansión de la mina incluirá un nuevo sistema de chimeneas de ventilación a la salida de un túnel en la cara norte del cerro La Paloma. La salida del túnel se encuentra en la periferia de la mina Los Bronces, ya en funcionamiento, a sólo 2,1 kilómetros del sistema glaciar ubicado al sur. De expandirse subterráneamente, serían ventiladas por ahí las emisiones de camiones diesel de 20 toneladas mientras trabajan en el lugar, día y noche, por a lo menos 14 años, para así remover 166 millones de toneladas de material crudo desde debajo del santuario de la naturaleza Yerba Loca.
La contaminación de glaciares, entonces, podría ser bastante superior a la actual con esta nueva fuente de emisiones a pocos kilómetros de masas glaciares.
Lo que falta
El sitio de monitoreo Los Sulfatos está ubicado en la periferia este del área que Anglo American identifica como influenciada por la expansión subterránea de la mina, con la compañía señalando un límite al área de impacto en la calidad del aire que incluye bastante más territorio hacia el oeste (ver figura 2). Sin embargo, la dirección predominante del viento en la mina es de oeste a este, explica la dra. Geiger, lo que podría trasladar contaminantes hacia los glaciares ubicados al este de la mina.
Geiger, quien investiga cambios en los glaciares en la Pontificia Universidad Católica, agregó que “pareciera que ellos [Anglo American] simplemente dibujaron líneas para tenerlas en un mapa, sin realmente considerar las implicaciones en términos de micro y macro climas”.
Otro sitio de monitoreo de calidad del aire, Piedra Carvajal, registró el doble de material particulado que Los Sulfatos -41.7 mg/m2 por día- entre el 27 de enero de 2016 y el 9 de abril de 2020. Esta información no fue transmitida a los accionistas de Anglo American en la respuesta de la empresa enviada el 7 de mayo. Piedra Carvajal, como Los Sulfatos, está al sur de la mina de Anglo American y más lejos del sitio de emisión que el sistema glaciar, implicando que el material particulado registrado en esta estación también pasó sobre o cerca de un glaciar antes de su registro.
“41,7 mg/m2 al día puede verse como altamente contaminado para un glaciar”, comenta el glaciólogo suizo dr. Fabrice Lambert. Al igual que Geiger, Lambert trabaja en la Pontificia Universidad Católica y es también parte del Centro de Investigación del Clima y la Resiliencia.
Un estudio de 2014 en Nepal, liderado por el glaciólogo Patrick Ginot, descubrió que la acumulación de material particulado, incluído polvo y hollín, a una velocidad estimada de 27 mg/m2 por día incrementaba el derretimiento de un glaciar en más de un cuarto. Tanto los equipos de Ginot y de Lambert aconsejan no hacer comparaciones directas sobre la velocidad de derretimiento de otros glaciares alrededor del mundo dad una variedad de factores, incluyendo distintas condiciones climáticas y las propiedades de los contaminantes que caen en los glaciares.
Rendir cuentas
La rendición de cuentas es algo difícil en Chile, donde Anglo American abiertamente entrega dinero a organizaciones medioambientales a cambio del conocimiento de sus operaciones e instancias de presentaciones favorables durante sus conferencias mineras.
La compañía chilena de cobre Codelco tiene el control de más del 49% de las acciones de las operaciones de Anglo American en Los Cobres, lo que significa que el gobierno chileno tiene una participación financiera en el proyecto de expansión. Anglo American, de acuerdo con información pública, va a haber contribuido con mil millones de dólares al gobierno chileno a través de impuestos y ganancias en la venta de cobre durante 2019. El Servicio de Evaluación Ambiental es la institución gubernamental chilena que tiene el poder de aprobar o, últimamente, rechazar la millonaria expansión de Los Bronces.
A raíz de la pandemia del coronavirus, el gobierno chileno mantiene suspendido el análisis del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la expansión de Los Bronces hasta el 31 de julio, sin aún revelar una fecha para el término del análisis. DeSmog entiende que, bajo la ley chilena, Anglo American puede alterar y volver a subir su EIA si algún elemento es rechazado.
Las relaciones públicas de Anglo American han estado plagadas de errores e inconsistencias, particularmente cuando se trata de comunicar detalles del proyecto que involucran el conocimiento del medioambiente de la montaña. En un twitt del 29 de abril, por ejemplo, Anglo American Chile combinó cambios estacionales de la nieve con la pérdida de glaciares. Utilizó dos imágenes satelitales de baja resolución, lado a lado, de glaciares ubicados al sur de la mina para sugerir que una imagen con más nieve -de enero del 2019- comparada con otra con menos nieve -de marzo del 2018- probaba que los glaciares no son afectados por la presencia por largo tiempo de la mina.
Previamente, Anglo American indicó a DeSmog que la compañía no iba a montar nuevas chimeneas para ventilar polvo y hollín del proyecto de expansión subterráneo. La empresa se retractó de ello luego de que se señalara que la página cuatro del Resumen Ejecutivo del EIA las mencionara de forma explícita.
Los errores técnicos de Anglo American suponen dudas sobre la integridad de su estudio de impacto para una expansión masiva de su mina de cobre en Los Bronces. Además, esto llega en tiempos de estrés extremo para las reservas de agua de la región, y para los glaciares del mundo.
Sin embargo, la posibilidad de recolectar medidas sobre la calidad del aire de forma independiente a los torpes números de Anglo American es una posibilidad.
La Universidad de Chile es dueña de El Infiernillo, una estación de medición atmosférica cerca de Los Bronces. Para poder acceder a la estación, la Universidad tiene que pedir permiso a la gigante minera multinacional. Ninguna información se ha recolectado del sitio desde los 80′. Una publicación acerca de la historia de la estación ha revivido el interés de la Universidad en reactivar la estación para mediciones meteorológicas y de polución del aire, con el potencial de verificar valores de contaminación de forma independiente.
Fuente: Interferencia