Ante esto, solo llamamos a la Unidad, Lucha y Sensatez del Pueblo Mapuche contra el fascismo, el racismo y la violenta e histórica irresponsabilidad gubernamental. Seguimos demandando la libertad de los prisioneros políticos Mapuche y nuestro Weichan es para que nunca más volvamos escuchar en ninguna calle, y en ningún otro momento de la historia, el vergonzoso y deleznable cántico racista: “El que no salta es Mapuche”.
Los hechos ocurridos la noche del sábado 01 de agosto de 2020 en la Municipalidad de Curacautín, en la región de La Araucanía, donde de manera premeditada, una turba violenta dirigida por un pequeño grupo organizado, desalojó el recinto que comuneros Mapuche mantenían ocupado para exigir una solución a la huelga de hambre de prisioneros políticos, demuestran una vez más la voluntaria inacción e irresponsabilidad del gobierno chileno por dar salidas a las demandas Mapuche respecto a la prisión de varios dirigentes Mapuche. Esta situación además expuso los discursos de odio, el colonialismo, discriminación y racismo que ciertos pequeños sectores usan cuando las personas, familias u organizaciones Mapuche no aceptan ser un sujeto pasivo, folclorizado y sumiso.
Hay dos audios claves que circularon en redes sociales y que representan el bajo fondo de la actuación de funcionarios estatales y de los pequeños grupos de la ultraderecha y del violento colonialismo de fundo que existe en los territorios Mapuche. Uno es la voz de una mujer, que las redes atribuyen a la voz de la presidenta de la cuestionada Asociación de Paz y Reconciliación en la Araucanía, APRA, Gloria Naveillan, quien incitó a los agricultores «a ir con palos«, a las 12, en la Plaza de Victoria.
Y lo más grave es la conversación de un hombre con un oficial de Carabineros que le exige al funcionario estatal dejar hacer: “Necesito que nos autorice, nosotros tenemos un punto de encuentro, y déjenos ser, déjenos que nosotros saquemos a esos Mapuche, si ya el Fiscal, el Alcalde no autoriza (…) déjennos, y mírenlo, si no son más de 20 ó 30”, señala el audio.
Es necesario que fiscales especiales investiguen rápida y profundamente estas inaceptables actuaciones, especialmente estos audios racistas que circularon la noche del sábado. Estos archivos sonoros muestran que existió, no sólo una animosidad sino que, además, una coordinación para la ejecución de estos violentos hechos.
Curiosamente las turbas racistas que gritaron “el que no salta es Mapuche”, actuaron en momentos de toque de queda, donde militares y carabineros están a cargo de las calles, y un día después de la visita a Temuco del nuevo Ministro del Interior de Piñera, Víctor Pérez, quién instó a los alcaldes a “solicitar el desalojo” y quien señaló que “en Chile no hay prisioneros políticos”.
Según varias fuentes, Pérez, habría tenido reuniones a puertas cerradas con personas cercanas a la ultraderecha, y a la racista, cuestionada y violenta organización APRA. Un día después de ocurridos los hechos, nos preguntamos si la visita del Ministro Pérez a Wallmapu, generó un incentivo a la violencia y al odio racial.
Este denigrante episodio de racismo y discursos de odio, demuestran otra cruel forma de la cuestionada historia oficial chilena y del pinochetismo del régimen de Piñera, pero también de la clase política que maneja de manera abusiva el Estado de Chile.
La imagen ícono que flameó en la Plaza de la Dignidad el 18 de octubre, y que mostraba un camino hacia las demandas del pueblo Mapuche, de vivir dignamente en estos territorios y de avanzar en unidad y lucha, es el llamado que hacemos desde Mapuexpress y que organizaciones del Pueblo de Chile también han levantado. Esa es la bandera y esa es la ruta digna: desmilitarización de nuestros territorios, establecer un estándar de verdad respecto al genocidio realizado por el Estado chileno, continuar la recuperación y control territorial, guiarnos por el derecho a la Libre Determinación y autonomía, y defender los ecosistemas espirituales. Esas son nuestras demandas.
Las calles de Santiago, Concepción, Temuco, Osorno, Chiloé, y de muchos otros territorios Mapuche, chilenos y argentinos, también han levantado esas demandas y en el actual contexto, han exigido una solución inmediata a la huelga de hambre de los prisioneros políticos que ya cumple 90 días.
Lo que ha ocurrido no es desgobierno o mal gobierno, si no la voluntad directa del Estado de ausentarse de las responsabilidades políticas para que actúe en la impunidad de la lumpen política, los pequeños pero organizados grupos de la radicalizada ultraderecha que manejan a palos, ciertos territorios, y también la Economía, Educación, la Historia. Es la subcultura del racismo enmarcado en el genocidio hacia los Pueblos Indígenas, proveniente de las “nocturnas casas patronales” que ahora siguen instaladas en La Moneda.
Ante esto, solo llamamos a la Unidad, Lucha y Sensatez del Pueblo Mapuche contra el fascismo, el racismo y la violenta e histórica irresponsabilidad gubernamental. Seguimos demandando la libertad de los prisioneros políticos Mapuche y nuestro Weichan es para que nunca más volvamos escuchar en ninguna calle, y en ningún otro momento de la historia, el vergonzoso y deleznable cántico racista: “El que no salta es Mapuche”.
Fuente: Mapuexpress