Por Capucha Informativa

Antes de ayer, en el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, se declaró culpable a Alejandro Carvajal Gutiérrez (19) por el delito de incendio frustrado de la Universidad Pedro de Valdivia -monumento histórico ubicado en Vicuña Mackenna 44 y que fue construido en 1915 y reconocido como la casa Schneider Hernández- perpetrado el pasado 8 de noviembre. Su abogado defensor, Lorenzo Morales, declara que había un personal de carabineros encapuchado e infiltrado que provocó el incendio que le imputan a Carvajal. 

El modus operandi del carabinero involucrado en el incendio fue a través de un grupo llamado “Intra- Marchas”, que actuó “sin autorización de un juez, pero avalado por el ministro del interior”, declaró el abogado Lorenzo Morales. “No tenía instrucción de un fiscal”, agregó Morales.

Además de esto, lo declarado en el tribunal, por el Carabinero Cáceres del departamento OS.9 de cómo ocurrieron los hechos ponen en duda la validez de su testimonio. Afirmó que él entró encapuchado a la universidad, manifestó minutos más tarde dijo que ingresó con un polerón. Instancia que ocupó la fiscalía para consultarle “si su polerón tiene algunas características,  con respecto a que estos tienen garras de tigre. Dice que no se acuerda”, destacó Morales. Después Cáceres afirmó que tenía un pañuelo en la cabeza y que había otra persona con capucha blanca y que ésta atentó a la inmobiliaria. 

Morales sobre el actuar de la policía el 8 de de noviembre afirmó que tiene razón con que es “fruta del árbol envenenado de un policía que elude la acción de que entró encapuchado. Que elude al decir si él cometió destrozos. Ingresó con short, polera, celular adosado, capucha -que no recuerda-, “gorro” dice el señor Cáceres”, concluyó.

Versión que se contrapone con la que entregó el fiscal jefe de Ñuñoa, Álvaro Pérez, debido a que este último no dice que el funcionario de la policía nacional trabajó generando el incendio como infiltrado, solo destacó que los carabineros grabaron el suceso. “Los funcionarios de Carabineros que se encontraban en cumplimiento de labores preventivas y de control de orden público en las inmediaciones, y posteriormente funcionarios policiales que se encontraban en otros sectores del centro de Santiago registraron filmicamente el trayecto que emprende el imputado en su huida para posteriormente ser detenido en las inmediaciones de Metro Moneda”, dijo.

El abogado defensor de Carvajal acusó que hubo contaminación de pruebas. El funcionario de OS.9, Faundez, “no habla de las evidencias, no aclara lugar y momento de detención”, comentó Morales refiriéndose al levantamiento de pruebas. Incluso, luego de la detención del imputado, Faundez le entrega la mochila -de Carvajal- a otro funcionario del departamento de Investigación de Organizaciones Criminales, Nicolás Valenzuela, a quien se le cortó la comunicación por más de 15 minutos. Tiempo suficiente para creer que el procedimiento no se hizo de forma correcta y para que se generen diversas dudas.

Carvajal, a meses de su arresto, le comentó a un medio lo siguiente: “escuchaba gente que quería quemar. Yo vi humo en el piso dos y escuché gente que decía que evacuáramos y otros que querían que se quemara. Estaba en el patio y vi una cortina del primer piso, en una ventana. Intenté prender con el encendedor la cortina, pero no encendió. Retrocedí, siempre dentro de la universidad y veo a un tipo con capucha blanca que tira algo a la cortina y luego veo que se enciende la cortina. Retrocedo y tiré una botella de bebida que había comprado en un quiosco”. Siendo esto la única participación de él en el hecho, y que se ajusta con la descripción del abogado sobre quién incendió la universidad.

Sin embargo, el tribunal declaró como culpable al joven de 19 años. A Carvajal se le imputa haber ocupado líquido acelerante con el fin de propagar más rápido las llamas que ya existían en algunas partes de la Universidad. Esto quedó registrado por los Carabineros, y según el abogado defensor del joven son «2 minutos de un video, fruto del árbol envenenado, que finalmente se le hace el peritaje correspondiente, el cual tiene más contradicciones que el mismo vídeo. Grave situación», concluyó. La lectura de sentencia quedó fijada para el próximo martes 22 de septiembre a las 15.00 horas.

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