Francisco, fue el primer condenado de la revuelta popular, el Estado lo castigó a 5 años en un juicio repleto de irregularidades, protestaba por una salud digna a la que su madre nunca ha tenido acceso.

Un Joven alegre y trabajador

El Franciso es un joven de 21 años, no contaba con ningún antecedentes previo a su detención, ni forma parte de algún partido político, le gusta jugar fútbol y su familia lo describe como un niño humilde y alegre.

Además es ayudante de gasfíter, era el principal sustento en la casa de su mamá Erika, ella tuvo un accidente en una micro del cual nunca ha tenido un adecuado tratamiento por falta de recursos. La Erika es nana, trabaja desde los 12 años, y no le alcanza para costear un tratamiento en la salud privada.

Situación en la que fue detenido

El Francisco iba a las marchas para tener una jubilación y salud digna para su mamá, desde el accidente en la micro, ella quedó con problemas a la rodilla y 3 vértebras hundidas. El Francisco experimentaba la impotencia de muchos jóvenes pobres, que ven cómo sus padres por falta de recursos -luego de una vida de esfuerzo- son incapaces de resolver sus problemas de salud.

El 10 de diciembre del 2019, en una de las jornadas que el joven gasfíter protestaba en plaza dignidad, fue detenido a las 9:00 de la noche en calle Curicó con Portugal. Fue perseguido por pacos infiltrados, ya que vestía igual que un encapuchado que supuestamente habría sido visto lanzando cerca de 5 molotov aquel día.

Historia del proceso judicial e irregularidades

Francisco, al momento de ser detenido fue brutalmente golpeado y obligado a firmar una declaración. De aquí en más, un sin fin de irregularidades acompañaron su caso.

Según relata su familia, el parte policial indica que la detención fue a las 9:00 de la noche, pero en la investigación se declaró que a las 9:15 y 9:27 el supuesto encapuchado seguía arrojando bombas molotov. Además las pruebas de químicos a sus ropas y guantes salió negativa, los relatos de los pacos que lo inculpan son inconsistentes puesto lo ubican a diferentes lugares, y los videos que se usan como evidencia no tienen fecha y hora. 

Al Francisco simplemente lo detuvieron por andar con un pantalón negro con rallas, una mascara azul y por una conversación en su celular.

Sentencia y vida carcelaria

Pese a las irregularidades del caso, el Francisco fue condenado el 2 de septiembre del 2020 a 5 años y 1 día de presidio efectivo por infracción a la Ley de Control de Armas.

La vida en la cárcel para Francisco no ha sido fácil, pese que gracias a su alegría ha sido bien recibido en el módulo, ha sufrido complicaciones de salud por las miserables condiciones a las que se ve expuesto.   

El joven estuvo con COVID, además ha tenido problemas de desnutrición, lo que lo ha llevado a estar hospitalizado, Erika cuenta que estos últimos problemas se deben a las pésimas condiciones alimenticias a las que se ven expuestos los reos, que se alimentan casi exclusivamente de las encomiendas.

Sin embargo, su madre que es ejemplo de entereza, relata que le envía sandwiches al Francisco, donde trata de echarle “un kilo de queso y un kilo chancho”. Pese a que la Erika cuenta que no celebrara su cumpleaños, puesto “no se puede celebrar nada mientras Francisco no esté conmigo”, ella da las gracias porque “no está sola” y nos recuerda “chiquillos salgan nomas po, no estamos todos, faltan los presos” 

A la cárcel van los pobres

El Estado castiga con opresión carcelaria a todx compañerxs que decida salir a las calles a cambiar la vida de la clase trabajadora repleta de vulnerabilidades. El Estado castigó al Francisco con 5 años por protestar por una salud digna para su madre

No olvidaremos al Francisco, ni a ningún compañerx que esté privado de libertad, aquí no hay paz hasta que lxs presxs de la revuelta vuelvan a las calles.

Parte importante de lo recabado en esta nota, fue tomado de la entrevista realizada por los compañerxs de “La Izquierda Diario Chile”, disponible en: https://www.facebook.com/watch/?v=192175962405854

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