Los hechos ocurrieron el pasado 4 de mayo cuando el grupo de hortaliceras mapuche se disponía a instalarse en el centro de Temuco para realizar las ventas de sus productos, tras lo cual tanto inspectores municipales como carabineros las agredieron.
Con fecha 17 de junio se presentó una querella criminal contra los agentes del Estado que resulten responsables, a causa de las agresiones y vulneraciones graves cometidas contra un grupo de 3 hortaliceras mapuche de la ciudad de Temuco, por los delitos de detención ilegal, abuso contra particulares y torturas, ocurridos el pasado 4 de mayo en la ciudad de Temuco.
«Son dos momentos o situaciones que suceden. Una en calle Montt, donde las hortaliceras iban a su trabajo y fueron detenidas ilegalmente, les quitaron sus productos que llevaban para vender y los destruyeron. En la segunda comisaría de Carabineros, cuando son detenidas, ellas son obligadas a desnudarse», explica Karina Riquelme Viveros, abogada querellante.
«Estos hechos ocurrieron cerca de las 10 de la mañana, las tuvieron un par de horas hasta que llegaron a la comisaría con sus ropas mojadas, a una de ellas le rasgaron su parka, le dieron pellizcos, golpes; ahí comienzan otro tipo de tratos degradantes en el sentido que las revisan y las obligan a levantarse sus sostenes, bajar sus calzones, incluso una de ellas se encontraba menstruando y a pesar de que rogó que no la obligaron, igual la obligaron. Una de ellas además, sufre de taquicardia e hipotiroidismo y tenía que tomar su medicamento, se lo llevaron a la comisaría y no le permitieron acceder a él», agrega Javiera Baeza Merdanevic, asesora de hortaliceras mapuche.
Una situación que data de casi 10 años
La persecución que sufren las hortaliceras mapuche no es algo nuevo. Esta situación comenzó en el año 2011 tras un decreto alcaldicio dictado por el alcalde Miguel Becker, de Renovación Nacional, quien se encuentra desde 2008 en el cargo, la que establece un perímetro de exclusión dentro del centro de Temuco donde no puede trabajar el comercio ambulante.
10 años después, el mismo Alcalde establece la ordenanza municipal que criminaliza el comercio ambulante.
«Desde ese momento empiezan ellas a tener problemas porque ellas se instalan dentro de esa área del perímetro, en calle Montt entre Bulnes y General Mackenna. Luego, el año 2018, el alcalde dicta otra ordenanza donde además fija multas para quienes compran en el comercio ambulante y también a quienes comercializa; en el fondo lo que hace es criminalizar la actividad del comercio ambulante», detalla la Baeza.
Estas medidas vulneran la protección de las hortaliceras mapuche respecto al Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo sobre los derechos de los pueblos indígenas y tribales dentro de los Estados-nación en los que viven y las responsabilidades de los gobiernos de proteger estos derechos.
Para Baeza, con estas medidas el municipio «no hace distinción entre el comercio ambulante común y las hortaliceras mapuche. Ahí comienza todo el problema porque es muy intensa la persecución, represión y hostigamiento en contra de ellas más que en contra del resto del comercio (…) ahí es cuando se provocan estos enfrentamientos donde existe un uso de fuerza desmedido por parte de los funcionarios policiales. Aparte de eso, ellos les destruyen y comisan sus productos, lo que no está dentro de sus atribuciones».
Ante estas circunstancias, las hortaliceras mapuche esperan que se haga pública la nómina de quienes estuvieron involucrados en los hechos y que sean formalizados por los crímenes cometidos en su contra.
Fuente: Resumen