Otra más de los parlamentarios. Una vez más aprobando leyes precarias, incompletas e inútiles para el beneficio y desarrollo del país. Hoy día se encuentra en lista para votarse la ley “Reforma constitucional para la protección de la infraestructura crítica del país”. Dicho proyecto  no especifica o define aspectos esenciales de sus articulados como lo es “Infraestructura crítica”, y agrega un artículo que dice que mientras no haya una ley que determine a los órganos o servicios que forman parte de “Infraestructura crítica”, el Presidente será quien lo haga. Este proyecto de ley tampoco aclara lo que se considera por “peligro grave”, puesto que sólo dispone de un informe previo de la Agencia Nacional de Inteligencia, que además está sometido a dependencia del Presidente de la República. En otras palabras Sebastián Piñera tendrá que llenar los vacíos con su inexistente criterio, lo cual es grave y atentatorio al principio de igualdad ante la ley, puesto que quedamos en las manos inicuas de quien esté en el cargo de presidente para las definiciones faltantes anteriormente descritas. 

La cronología del avance y los vacíos estructurales que contiene el proyecto de ley presagia que su génesis provenga de un bando político y que su desarrollo inspire desconfianza , ya que a días después de firmado el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, los senadores de derecha Carmen Aravena y Kenneth Pugh ingresaron el proyecto de ley “Reforma constitucional para la protección de la infraestructura crítica del país”, el cual ha ido avanzando en su tramitación sin que la mayoría de la ciudadanía tenga algún grado de conocimiento de ella, para finalmente encontrarse hoy lista para votarse y transformarse en Ley de la república. 

En su tramitación gravitó a su favor el Presidente de la Comisión de Constitución, (Matias Walker, típico en un DC – hermano del Ministro de Agricultura de este Gobierno- quién dió el apoyo que le faltaba al gobierno para la aprobación del proyecto en dicha comisión. No obstante, fue el pasado jueves 03 de septiembre que el Presidente aceleró el proceso, y de esta forma el día de hoy 9 de septiembre a las 17:30 los mal llamados representantes del pueblo se reúnen en sesión especial para discutir y votar el proyecto de “Infraestructura crítica” en la Cámara.

Es cuestionable la velocidad en que se tramita este proyecto -pocas veces visto en este país- y su razón, que además de ser una de las 13 demandas de los camioneros, se ocupará para afrontar las protestas sociales después de cuarentena. En suma, se utiliza el petitorio de Confederación Nacional de Transporte de Carga (CNTC) para apurar la tramitación en el congreso de estas leyes. 

El proyecto de “Infraestructura crítica” modifica al número 17° del artículo 32 de la Constitución Política. En ella le entrega facultades al Presidente para permitir que las Fuerzas Armadas “resguarden” la infraestructura crítica según lo que Sebastian Piñera considere en peligro. Asimismo, se denomina como “estado de alerta permanente”, el punto intermedio de la normalidad y el estado de excepción constitucional. En él no habrá carencias de derechos y garantías constitucionales, y se desplegarán las FF.AA. para proteger y cuidar la propiedad privada, determinada por el Presidente de turno. Esto en consecuencia del vacío del proyecto que no define lo considerado como “Infraestructura crítica”, como tampoco lo que sería “peligro grave”. 

De esta forma, el Presidente que obtuvo el pasado mes de Octubre un 14% de apoyo en su mandato (según encuestas que el mismo gobierno paga) y que se encuentra fuertemente cuestionado en sus capacidades por todos los sectores sociales y políticos del país, tendrá la facultad de emplear las FF.AA. bajo su decisión respecto a los motivos de amenazas, lugares, objetivos y el grado de uso de fuerza para el resguardo militar. Y ojo, sin declarar el Estado de Excepción en el tiempo que le queda de mandato. 

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