n el país liderado por Donald Trump, las manifestaciones escalan a niveles preocupantes: Las calles se han llenado de gente que, a pesar de la pandemia, esta vez no parece dispuesta a ceder y a callar frente a la indignación y la impotencia generada por el asesinato de George Floyd en un episodio que conmociona al mundo y cuyas imágenes son brutales.
La noche de este viernes marcó la jornada más violenta desde que George Floyd fue asesinado por la policía norteamericana en medio de un violento control que le terminó costando la vida y desatando una crisis de proporciones en Estados Unidos.
Las imágenes que han dado la vuelta al mundo constatan que las violentas y masivas manifestaciones cuya génesis son la impotencia y la rabia tras un nuevo crimen racial, ya no se circunscriben a la ciudad donde perdió la vida el afroamericano de 46 años, Minneapolis, sino que se empiezan a multiplicar por distintas zonas del país liderado por Donald Trump, donde anoche se vivieron conmovedoras escenas marcadas por una inusitada y descontrolada violencia, lo que redundó en enfrentamientos varios, episodios de destrucción, detenciones y episodios diversos donde incluso hubo heridos.
La tensión escala al máximo en Estados Unidos con manifestaciones en Denver, Nueva York, Los Ángeles, Brooklyn, Detroit, Texas y otras zonas, además de Washington, donde hordas de manifestantes se congregaron obligando la activación de distintos operativos de seguridad y al abrupto cierre de la Casa Blanca.
Adicionalmente, avanzada la noche de este viernes y debido a la escalada de violencia, el Pentágono puso en alerta a la policía militar para ocupar Minneapolis, la ciudad génesis de un conflicto que parece estar recién comenzando en un país que ya se encuentra sumamente tensionado y abrumado por el impacto de la pandemia del coronavirus, donde esta semana se alcanzó el triste y desolador récord de 100.000 muertos.
Fuente: El Desconcierto