El gobierno venezolano denuncia un intento de invasión frustrada a 20 kilómetros de Caracas llevada a cabo por mercenarios que intentaron desembarcar en el país el pasado domingo. Los invasores serían contratistas de Silvercorp, empresa de “seguridad privada” radicada en el estado de Florida.

Ayer el Ministro del Interior venezolano, Néstor Reverol, a través de una conferencia de prensa informó sobre un intento de “invasión por vía marítima” en lanchas rápidas, llevada a cabo por un “grupo de mercenarios terroristas procedentes de Colombia”, quienes fueron repelidos por agentes de la Guardia Nacional.

Según la información entregada por el gobierno de Venezuela el incidente se produjo la madrugada de este domingo frente a las costas del estado de La Guaira, aproximadamente a 20 kilómetros al norte de Caracas. El enfrentamiento tuvo un saldo no especificado de abatidos y detenidos por las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, incautándose, además, rifles de asalto en el proceso.

Reverol declaró que la operación tenía por objetivo cometer “actos terroristas en el país, asesinato a lideres del gobierno revolucionario, incrementar la espiral de violencia, generar caos y confusión en la población como parte de un nuevo intento de golpe de Estado” para derrocar a Nicolás Maduro. Frente a estas circunstancias el Estado Venezolano ha desplegado una operación de rastreo “minucioso por tierra, mar y aire”, llamando a residentes de todo el país a colaborar con los esfuerzos de rastreo.

¿Quiénes son los mercenarios?

A horas de haber sido repelido el ataque en La Guaira, apareció una entrevista hecha a Jordan Goudreau, exboina verde norteamericano, quien se adjudicó el liderazgo de Operation Gedeon, la operación para “liberar a Venezuela”. En esta entrevista realizada por Patricia Poleo, periodista de oposición venezolana radicada en EEUU, Goudreau afirma haber sido traicionado por el “gobierno interino venezolano”, acusando a Guaido de faltar a su palabra y dejar sin apoyo financiero a la expedición que derrocaría a Maduro. Respecto al financiamiento, Goudreau describió la operación como una “liberación basada en crowdfunding”, indicando que llevaba meses faltos de fondos para costear la invasión.

Goudreau afirma tener un contrato que supuestamente había contraído con el “gobierno interino venezolano” de Juan Guaido en octubre de 2019, donde la oposición venezolana se comprometía a pagar $213 millones USD, de los cuales no habría recibido nada. Según su testimonio, la operación comprendía a 60 hombres radicados en la frontera entre Colombia y Venezuela, y que esta no recibió apoyo alguno del gobierno colombiano, el cual habría estado buscando desbaratar la operación. Según el Dailymail, la policía colombiana habría detenido a un camión con armas y equipamiento del orden de $150.000 USD incluyendo lentes de visión nocturna, 26 rifles de asalto de producción norteamericana con los números seriales borrados y 15 cascos producidos por High-End Defense Solutions, una empresa productora de equipamiento militar, propiedad de una familia venezolana radicada en Miami.

El historial de Goudreau lo muestra como un producto típico de la maquina de guerra norteamericana. Según su testimonio fue desplegado como combatiente en Iraq y Afganistán, siendo condecorado por su participación en las incursiones militares estadounidenses. Sin embargo, su carrera militar terminó en desgracia al ser investigado en 2013 por haber defraudado al ejercito norteamericano por $62.000. En el Dailymail se indica que en 2016 Goudreau habría trabajado como contratista de seguridad privado en Puerto Rico después del huracán María y luego, en 2018 habría fundado Silvercorp USA, su firma de “seguridad privada”, radicada en Florida.

Silvercorp, empresa fundada en 2018 por Jordan Goudreau.

Entre los contactos que estableció Goudreau para llevar a cabo Operation Gedeon se encuentran Cliver Alcalá, supuesto líder de desertores militares venezolanos, y Roen Kraft, financista que, según el Dailymail, buscaba hacerse buenos negocios en minería y energía venezolana a través de las operaciones de Silvercorp, quien sólo reconoce haber negociado “ayuda humanitaria” con Goudreau, afirmando que no le paso un peso al mercenario.

Estos hechos deben ser entendidos en el marco de las renovadas presiones del gobierno de los EEUU para derrocar a Nicolas Maduro. Entre el caos de la pandemia del Coronavirus, el Estado norteamericano le puso un precio de $15 millones USD a la cabeza de Nicolas Maduro, junto con desplegar fuerzas marítimas a las costas del Caribe. Si bien Goudreau niega haber recibido dinero alguno por su operación, tildándose de “freedom fighter” genuino, es innegable que sus acciones se enmarcan en el hostigamiento continuado que ha sufrido Venezuela de parte de los EEUU, que ha congelado sus activos en el extranjero y le ha otorgado el manejo de estos a Juan Guaido, quien hoy por hoy ni siquiera se podría decir que representa a la oposición venezolana.

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