El Departamento de Estado norteamericano dijo que la medida es «para proteger la propiedad intelectual y la información privada de los estadounidenses». Los empleados de la sede diplomática quemaron papeles en los jardines del edificio y los bomberos tuvieron que concurrir al lugar
Estados Unidos ordenó el cierre del consulado chino en Houston “para proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de los estadounidenses”, declaró este miércoles un vocero del Departamento de Estado, luego de la enérgica protesta de Pekín por esa decisión.
“La Convención de Viena dice que los diplomáticos de Estado deben ‘respetar las leyes y reglas del país anfitrión’ y ‘tienen el deber de no interferir en los asuntos internos de ese Estado’”, afirmó sin dar más detalles el vocero Morgan Ortagus en una visita del jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo a Copenhague.
Durante el atardecer y la noche se pudo observar a empleados del consulado quemando papeles en barriles en los jardines del edificio, lo que motivó la asistencia de un escuadrón de bomberos al lugar. Una columna de humo se podía observar desde la calle y luego varios drones sobrevolaron el lugar y mostraron la escena descripta.
China había dicho antes que Washington le había exigido el cierre inmediato de la sede diplomática y consideró la medida una provocación “sin precedentes”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin afirmó hoy que “Estados Unidos ha pedido el cese inmediato de todas las operaciones del consulado a partir del día 24 de julio”, lo que supone “una violación de las normas internacionales y de los acuerdos consulares entre los dos países, así como un intento de socavar las relaciones bilaterales”.
“Pedimos a EEUU que se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias”, dijo Wang, quien añadió que el cierre del consulado “en un periodo de tiempo tan corto” supone “un aumento sin precedentes de las acciones que ese país ha llevado a cabo contra China”.
Ciberataque chino
Beijing denuncia el cierre del consulado un día después de que EEUU acusase a sus servicios de Inteligencia de apoyar los ciberataques de dos ‘hackers’ chinos contra empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna para la COVID-19 y secretos de tecnología militar. Hasta la fecha, este ha sido el último episodio en el aumento de la tensión entre los dos países.
“Durante un tiempo, Estados Unidos ha estado intentando culpar a China a través de la estigmatización y de ataques injustificados contra el sistema social chino. Acosan a los diplomáticos chinos y al personal que trabaja en los consulados; intimidan e interrogan a los estudiantes chinos allí, y hasta confiscan sus dispositivos electrónicos. Incluso los detienen sin acusarlos”, añadió Wang.
También aseguró que “las misiones diplomáticas chinas en Estados Unidos se dedican a promover el entendimiento y la amistad entre la gente de ambos países”.
“Sin embargo, nuestra embajada en EEUU ha recibido hasta amenazas de bomba, y también han llegado amenazas de muerte al personal diplomático”, dijo Wang.
Argumentó que, por contra, “el personal de la embajada estadounidense en China no deja de infiltrarse e interferir, así como de atacar” al país asiático.
“Pedimos reciprocidad. La realidad es que EEUU tiene mucho más personal y misiones diplomáticas en China que viceversa”, agregó.
La respuesta de Beijing
La prensa china prevé un “terremoto” en los lazos bilaterales, según expertos citados de forma anónima por el rotativo Global Times.
Este medio plantea en Twitter la posibilidad de que China cierre en respuesta un consulado estadounidense en China, citando explícitamente las opciones de Hong Kong, Macao, Cantón o Chengdu.
El trasfondo de las diferencias entre las dos potencias es la subyacente pugna por la hegemonía, la guerra tecnológica y comercial y, más recientemente, el intercambio de acusaciones sobre el origen de la actual pandemia de coronavirus, a cuenta de la nueva ley de seguridad para Hong Kong o la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.
Fuente: InfoBae